La segunda cumbre de Trump y Kim arranca en Hanói con un apretón de manos
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, y el presidente de EE.UU., Donald Trump, se han dado la mano y han empezado su reunión en el marco de su segunda cumbre que arranca este 27 de febrero en la capital vietnamita, Hanói.
Durante una breve alocución a la prensa conjunta, el mandatario estadounidense ha expresado su esperanza de que "esta cumbre sea tan exitosa como la primera". "Tenemos una relación muy buena con Kim", ha asegurado.
Asimismo, Trump ha añadido que es "un honor" para él reunirse con el líder norcoreano. "Su país tiene un gran potencial económico, ¡ilimitado!", ha asegurado Trump a Kim, a quien también ha llamado un "gran líder".
Por su parte, el líder norcoreano también ha expresado confianza en que su segunda cumbre con el presidente de EE.UU. deje resultados "excelentes".
Además, Kim ha aseverado que el presidente de EE.UU. "ha demostrado su coraje" al participar en esta segunda cumbre. Ha agregado que EE.UU. y Corea del Norte están superando la desconfianza y los problemas de manera conjunta.
Después de su primer saludo, los líderes se han reunido cara a cara para mantener una conversación, tras lo cual compartiron una cena en el hotel Sofitel Legend Metropole. En ese momento, Trump no ha descartado anunciar el fin formal de la Guerra de Corea, que terminó en 1953 con un alto el fuego y no con un tratado de paz definitivo. Al ser preguntado sobre esta posibilidad, el mandatario ha respondido: "Ya veremos".
Al día siguiente, las negociaciones entre Trump y Kim continuarán su curso. ¿Qué se espera de esta segunda jornada?
La desnuclearización completa de Corea del Norte
En el marco de la segunda cumbre Trump–Kim se espera que los principales asuntos a tratar sean la desnuclearización completa de la península coreana y el levantamiento de las sanciones contra Pionyang.
Este lunes, el presidente estadounidense planteó la posibilidad de que el Estado norcoreano pueda obtener beneficios económicos si trabaja junto con Washington en el proceso de la desnuclearización de su territorio. Antes de que el avión de Trump despegara rumbo a Hanói desde la Base de la Fuerza Aérea de Andrews (Maryland, EE.UU.), el mandatario publicó una serie de tuits, calificando la cumbre con Kim de "muy importante".
Además, estimó en su cuenta personal de Twitter que tras la desnuclearización completa Corea del Norte "se convertirá rápidamente en una potencia económica". Asimismo, el presidente de EE.UU. afirmó que "no tiene prisa" en lo relativo al proceso de desnuclearización, siempre y cuando no se hagan pruebas de armas de este tipo.
Levantamiento de las sanciones económicas
Por su parte, el líder norcoreano pide poner fin a las sanciones económicas internacionales impuestas contra su país. A finales del año 2017, la ONU aprobó la resolución, redactada por EE.UU., que incluye la repatriación de ciudadanos norcoreanos que trabajen en el exterior, así como el bloqueo de casi el 90% de las exportaciones de productos refinados de petróleo destinados a Corea del Norte.
Además, EE.UU. tiene su propio paquete de medidas restrictivas en relación a Pionyang, que en junio del 2018 fue prolongado por Trump por un año debido a la existencia de "la emergencia nacional" y de acuerdo con la Orden Ejecutiva 13466, introducida por primera vez en el 2008, después de lo cual fue ampliada en los años 2010, 2011, 2015, 2015 y 2017.
A pesar de que Trump no excluye el levantamiento de las sanciones contra Corea del Norte, la política oficial de EE.UU. consiste en que las sanciones se levantarán solo después de una desnuclearización "completa, verificable e irreversible".
El camino hacia la desnuclearización pareció haberse allanado durante la primera cumbre Trump-Kim, que tuvo lugar en Singapur el pasado junio, calificada de "histórica". No obstante, ya después del evento, en noviembre pasado, Pionyang advirtió que podría reactivar su programa de desarrollo del arsenal nuclear si Estados Unidos no levanta estas medidas restrictivas.
Así, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte aseveró que podría volver a la llamada política de 'pyongjin', según la cual el país persigue simultáneamente el desarrollo económico y nuclear.
"Un gran esfuerzo"
Este miércoles, antes de su encuentro con el líder norcoreano Trump ha declarado a través de su cuenta de Twitter que Kim Jong-un y él harán "un gran esfuerzo para solucionar la desnuclearización y luego convertir a Corea del Norte en una potencia económica". Además, el mandatario estadounidense afirmó que "China, Rusia, Japón y Corea del Sur serán muy útiles" para alcanzar estas metas.
En la misma publicación Trump ha arremetido contra "todos los reportes falsos" y "conjeturas" acerca de sus intenciones con respecto a Corea del Norte.
Anteriormente, algunos expertos aseguraron que el objetivo principal de Trump en la cumbre con Kim — que se celebra este 27 y 28 de febrero en la capital vietnamita, Hanói— será cerrar un "acuerdo histórico" con Pionyang y usarlo "antes de las elecciones de 2020 como una demostración de su destreza para alcanzar pactos".
Además, el especialista en Asia, Tim Beal, opinó que Trump necesita que la cumbre en Hanói sea un éxito no tanto porque le preocupe la desnuclearización de la península de Corea en sí, sino porque le gustaría mucho "acumular una victoria para su administración", sobre todo en vísperas de las presidenciales.
Otros analistas creen que la política de actual presidente de EE.UU. hacia Corea del Norte no está impulsada por una esperanza genuina de paz, sino por el deseo de Trump de dejar un legado que eclipsaría al de su predecesor, Barack Obama.
Por su parte, Guido Larson, director del Instituto de Humanidades de la Universidad del Desarrollo de Chile, ha opinado que "es posible que se logre algo positivo en términos de las relaciones que existen entre" Corea del Norte y EE.UU., "pero creo que es muy aventurado pensar en que haya un acuerdo maximalista".
"Esto significa que quizá se van a ver algunos intercambios de carácter cultural, quizá EE.UU. aliviará algunas sanciones en términos de entrada humanitaria a Corea del Norte, no creo que vaya a levantar las sanciones que tienen puestas por parte de las Naciones Unidas; esto es un proceso y por lo tanto Hanói es la segunda etapa en un proceso que probablemente va a ser mucho más largo", ha aseverado Larson.
Además, ha hecho hincapié en que "Donald Trump ha manifestado la idea de que Corea del Norte puede ser una gran potencia económica y puede prosperar económicamente en la medida en que se alinee con los intereses norteamericanos".
"Pero más interesante me parece el hecho de que Trump haya declarado que no le importa mucho la velocidad de la desnuclearización, sino que lo que le satisface es el hecho que no hayan habido más pruebas misilísticas. Y uno podría pensar que Hanói va a presentar una oportunidad en términos de formalizar precisamente esa moratoria misilística por parte de Corea del Norte", ha concluido.
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