Fiscal general de EE.UU. sobre la campaña de Trump en 2016: "El espionaje ocurrió"

Este miércoles 10 de abril, el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, afirmó que la Inteligencia de EE.UU. había realizado actividades de espionaje a la campaña política de Donald Trump en las presidenciales de 2016.

"Creo que espiar a una campaña política es un gran problema. Es un problema importante", aseveró Barr al señalar que las reglas establecidas hace tiempo en EE.UU. impiden a las agencias de inteligencia nacionales recopilar información sobre figuras políticas estadounidenses.

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"No estoy sugiriendo que esas reglas fueran violadas, pero creo que es importante explorar eso", añadió. "No estoy hablando del FBI necesariamente, sino de las agencias de inteligencia en el sentido más amplio", declaró ante el Comité de Apropiaciones del Senado.

Una de los miembros del comité, la senadora demócrata Jeanne Shaheen quiso saber si el fiscal general estaba "sugiriendo que se produjo espionaje". 
"Creo que el espionaje ocurrió, sí", respondió Barr. La pregunta clave, agregó, es si esa actividad estuvo "adecuadamente fundamentada". "Necesito explorar eso", agregó Barr. "Tengo la obligación de asegurarme de que no se abusa del poder del Gobierno", explicó.

La declaración del fiscal general se produjo minutos después de que Trump tachara la investigación del fiscal especial Robert Mueller contra él de "ilegal", "torcida" y un "intento de golpe de Estado".

¿A quién espiaron?

Los republicanos han afirmado durante mucho tiempo que la evidencia que usó el FBI en 2016 para iniciar la investigación de presuntos lazos de la campaña de Trump con Rusia —un expediente de rumores anti-Trump recopilados por el exagente de inteligencia británico Christopher Steele pagado por el Partido Demócrata— era débil e insuficiente para justificar una pesquisa.

En julio del 2018, la Administración Trump desclasificó una serie de documentos relacionados con la vigilancia al exasesor presidencial estadounidense Carter Page. Los documentos incluyen una solicitud de octubre de 2016 (todavía bajo la Presidencia de Barack Obama) al Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera para espiar a Page.

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El Partido Republicano y el presidente Trump sostienen que las escuchas a Page se llevaron a cabo irregularmente y sin los fundamentos adecuados. Además, argumentan que el expediente compilado por Christopher Steele en nombre del Comité Nacional del Partido Demócrata y la campaña de Clinton sirvió en mayor parte de base de la declaración contra Page. Asimismo, los republicanos acusan a los oficiales del FBI de "mostrar un prejuicio obvio" hacia Trump y apoyar a la excandidata presidencial Hillary Clinton. Por su parte, Steele admitió en septiembre de 2016 que no quería que Trump fuera elegido presidente de EE.UU.