El presidente de EE.UU., Donald Trump, a última hora del jueves autorizó al Pentágono a realizar un envío adicional de recursos militares a Oriente Medio en el contexto de las crecientes tensiones con Irán, informa The Washington Post.
El diario recibió esta información de funcionarios que hablaron bajo condición de anonimato, ya que el nuevo despliegue de tropas aún no ha sido anunciado oficialmente.
En concreto, las fuentes han indicado que el país reforzará su presencia militar en la región con unos 2.000 efectivos más, sistemas de defensa antiaérea Patriot adicionales y varias unidades de vigilancia y reconocimiento.
La decisión fue tomada por el mandatario tras una reunión con altos funcionarios del Pentágono en la Casa Blanca.
Horas antes en la misma jornada, el secretario interino de Defensa de EE.UU., Patrick Shanahan, anunció que el Pentágono estaba considerando enviar más tropas Oriente Medio como forma de reforzar la protección de las fuerzas estadounidenses en la región en medio de la creciente tensión con Teherán.
Por otra parte, había trascendido que el Departamento de Defensa de EE.UU. presentará a la Casa Blanca planes para enviar hasta 10.000 tropas adicionales a Oriente Medio. Sin embargo, entonces oficiales estadounidenses —que hablaron bajo condición de anonimato— no confirmaron el número específico de las tropas.
Por su parte, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, declaró este jueves que Teherán no se rendirá ante la presión de Estados Unidos y no renunciará a sus objetivos incluso en caso de que la República Islámica sea bombardeada.
Tensión en aumento
El 10 de mayo, Washington había aprobado el despliegue en la región de una batería Patriot y del buque de transporte anfibio USS Arlington y la semana pasada los destructores de misiles guiados USS McFaul y USS Gonzalez ya accedieron al golfo Pérsico.
La tensión entre los dos países ha ido en aumento desde que EE.UU. decidió a inicio de mes reforzar su contingente militar en esas aguas con el grupo de combate del portaviones USS Abraham Lincoln, así como con un grupo operativo de bombarderos.
El país norteamericano justificó entonces sus acciones afirmando que sus intereses y los de sus aliados enfrentan una "amenaza creíble" proveniente de Irán, una percepción que la República Islámica ha negado en reiteradas ocasiones.
El lunes, el presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió que Teherán se enfrentará a una "gran fuerza" si intenta dar cualquier paso en falso, pero reconoció que EE.UU. no tiene "ningún indicio de que algo haya sucedido o vaya suceder" en cuanto a provocaciones iraníes.