¿Qué esperar de la reunión entre López Obrador y la directora del FMI?

El próximo miércoles 29 de marzo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se reunirá con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, en la que podría ser una visita tensa por las preocupaciones recientes que ha expresado el organismo sobre la economía del país latinoamericano. 

Enrique Díaz-Infante, director especialista en sector financiero del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), explica que hay tres temas que podrían dominar la reunión con López Obrador: el crecimiento económico, las políticas de austeridad del Gobierno mexicano y los cambios en materia educativa y energética.  

Enrique Díaz-Infante, director especialista del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

Aunque la meta del Gobierno mexicano es crecer en promedio al 4 % y para el final de sexenio (2024) alcanzar 6 % de expansión, actualmente el objetivo de la actual Administración luce lejano. En su informe Perspectivas Económicas Mundiales 2019, el FMI pronosticó que la economía mexicana crecerá 1,6 % en 2019, y 1,9 % en 2020.

En marzo, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que permite conocer la trayectoria mensual de los sectores agrícola, industrial y de servicios, reportó una contracción de 0,6 %, la mayor caída en marzo desde 2008. 

El especialista destaca que el Gobierno mexicano es cuidadoso con la política fiscal, monetaria, con el pago de deuda y está haciendo un importante esfuerzo de cerrar un acuerdo comercial conveniente con EE.UU. y Canadá para sustituir al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Sin embargo, le preocupan "los recortes draconianos en materia de salud, la reducción de sueldos en la burocracia y que estén afectando las capacidades institucionales", refiere. 

De acuerdo con Díaz-Infante, algunas decisiones del Gobierno de López Obrador podrían estar afectando el crecimiento del país y han causado mucho ruido en el FMI. 

La cancelación del aeropuerto

En una de las decisiones más polémicas en los primeros seis meses de Gobierno, López Obrador anunció la cancelación de las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), cuyo proyecto fue desechado tras una consulta ciudadana convocada por el propio mandatario.

La decisión tuvo como consecuencia que el Gobierno mexicano recurriera a la recompra de bonos que la Administración del Grupo Aeroportuario de Ciudad de México (GACM) colocó en los mercados internacionales, con el objetivo de obtener dinero para la construcción del aeropuerto. 

A principios de enero, el Gobierno anunció que los inversionistas habían aceptado la compra de 1.800 millones de dólares de bonos del NAIM, de los casi 6.000 millones de dólares que se debían. 

Tras el anuncio, Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, escribió en un artículo que la interrupción del proyecto de construcción del NAIM y "cierto retroceso en algunas reformas de los sectores de la energía y la educación potenciaron la incertidumbre respecto de las políticas económicas en el país".

Díaz-Infante considera que tanto la cancelación del NAIM como los cambios en la reforma energética aprobada en la Administración anterior, que permitió la inversión de empresas extranjeras en el sector de hidrocarburos, podrían ser abordados por Lagarde en la reunión del próximo miércoles. 

Enrique Díaz-Infante, director especialista del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

Rescate a Pemex

A principios de mayo, el Gobierno de López Obrador anunció nuevos recortes a los presupuestos en las áreas de comunicación social, gasto operativo y viáticos en el servicio público para apoyar a Petróleos Mexicanos (Pemex), que es considerada la petrolera estatal más endeudada del mundo y que enfrenta una caída en su producción de crudo.

Estas medidas para fortalecer a Pemex se suman a las anunciadas el pasado 15 de febrero por un monto de 5.200 millones de dólares (mdd): 1.250 mdd de capitalización; 1.750 mdd destinados al pago de pensiones; 750 mdd por menores pagos al Gobierno; y 1.600 mdd para atacar el robo de combustibles.

El Gobierno mexicano también anunció la construcción de la refinería de Dos Bocas, en el estado de Tabasco, con una inversión de 8.000 millones de dólares, para intentar reducir la dependencia a las importaciones de gasolina de EE.UU., ya que del total de las importaciones de combustible, 85% provienen de EE.UU., de acuerdo con datos oficiales. 

Aunque algunos especialistas han criticado la viabilidad del proyecto, López Obrador ha argumentado que no se trata únicamente de un asunto económico, sino de "un asunto de seguridad nacional, de soberanía", ante la tensa relación con el Gobierno de Donald Trump. 

Línea de Crédito con México

En la reunión del miércoles, muy posiblemente se hablará del crédito de 74.000 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional ratificó a México a finales de noviembre de 2018 para usarlos "en caso de requerirlo y sin condición alguna". 

"El gobierno actual y el entrante han expresado su compromiso de mantener políticas y marcos de política sumamente sólidos (...) se han comprometido asimismo a promover un programa de reforma para apuntalar el estado de Derecho y estimular la inversión privada", reconoció Lagarde.  

Para Díaz-Infante es importante que el Gobierno mexicano continúe por el camino de tener una política monetaria y fiscal en orden, pero advierte que no debe ser a costa de la inversión en salud y educación, un tema por el que ha sido criticada la Administración de López Obrador. 

"Estamos preocupados de que un menor crecimiento y una menor inversión en las capacidades de la gente puede afectar las posibilidades de movilidad social, y si hay menor movilidad social, vamos a mantenernos en el mal que estamos: alta desigualdad y bajo crecimiento", concluye. 

José Beltrán

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