Juan Antonio 'Tony' Hernández, exdiputado y hermano del presidente de Honduras, fue detenido en Miami, EE.UU. en noviembre de 2018, acusado de cuatro delitos de narcotráfico por los que ha sido enjuiciado en una corte de Nueva York, con la posibilidad de ser condenado a cadena perpetua.
El futuro de 'Tony' podría decidirse en las siguientes horas, luego de que este miércoles el juicio entrara en su etapa final. El jurado, integrado por 16 personas (12 mujeres y cuatro hombres), comenzó a deliberar a las 11:27 horas (local) de este jueves, sin que hasta ahora haya un veredicto.
Tanto la Fiscalía estadounidense como la defensa presentaron sus argumentos y evidencias durante ocho días, desde el pasado 2 de octubre, ante el Tribunal Federal del Sur de Nueva York, que podrá dictar sentencia por lo menos tres días después de concluidas las comparecencias. Si Hernández es declarado culpable de todos los cargos, enfrenta una sentencia mínima obligatoria de 30 años en prisión y una pena máxima de cadena perpetua.
El caso, asignado al juez de distrito Kevin Castel, ha provocado protestas de ciudadanos hondureños que piden la dimisión del presidente Juan Orlando Hernández, señalado por la Fiscalía como co-conspirador no acusado. El mandatario ha negado cualquier señalamiento.
El Gobierno estadounidense acusa a 'Tony' Hernández de ser "un violento traficante de cocaína de proporciones épicas", que enviaba toneladas de droga desde Honduras con la ayuda de una red construida por el Estado, policías, militares y políticos corruptos.
De un vuelo comercial a la Corte
'Tony' Hernández, de 41 años, se desempeñó como diputado en el Congreso hondureño entre 2014 y 2018. Fue detenido el 23 de noviembre en el aeropuerto de Miami, acusado de traficar cocaína con destino a EE.UU., delitos relacionados con armas que implican el uso y posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos, y de hacer declaraciones falsas a agentes federales.
La incriminación fue emitida por el Departamento de Justicia de EE.UU. el 21 de noviembre de 2018, dos días después de que Hernández Alvarado llegara a territorio norteamericano en un vuelo comercial de American Airlines.
"El excongresista hondureño Tony Hernández estuvo involucrado en todas las etapas del tráfico de cocaína a través de Honduras destinadas a Estados Unidos, sobornó a funcionarios encargados de hacer cumplir la ley para obtener información confidencial y proteger los envíos de drogas, y solicitó grandes sobornos a importantes narcotraficantes", manifestó el fiscal federal de Manhattan, Geoffrey S. Berman, en la primera audiencia del caso, el 26 de noviembre de 2018.
De facilitador a narcotraficante
Según la Fiscalía de EE.UU., 'Tony' pasó de ser el hombre que proporcionaba información a los narcos, en el año 2004, a convertirse en uno de ellos para el 2006.
"Desde aproximadamente el año 2004 hasta el 2016, Hernández participó en el procesamiento, recepción, transporte y distribución de toneladas de cocaína que llegaron a Honduras a través de aviones, embarcaciones rápidas y, al menos en una ocasión, un submarino. Tenía acceso a laboratorios de cocaína en Honduras y Colombia, en los cuales parte de los cargamentos eran estampados con el símbolo 'TH', es decir 'Tony Hernández'", se lee en los señalamientos de la justicia estadounidense.
La red operaba en las montañas del noroeste de Honduras, cerca de la frontera con Guatemala, desde donde la droga era enviada a Estados Unidos.
"Para protegerse de la interferencia oficial y facilitar el paso seguro de la cocaína a través de Honduras, los narcotraficantes pagaron sobornos a funcionarios públicos, incluidos ciertos miembros del Congreso Nacional de Honduras", apunta el Departamento de Justicia.
¿Una red de Estado?
Según la Fiscalía, luego del ascenso al poder del Partido Nacional (conservador), en 2010, Hernández convirtió a Honduras en un narcoestado con el apoyo de políticos, militares y policías.
La justicia estadounidense argumenta que 'Tony' inyectó millones de dólares a campañas políticas en los años 2009, 2013 y 2017 con dinero del narcotráfico. El Cártel de Sinaloa habría donado fondos sucios a los candidatos del Partido Nacional, entre los que estaría el presidente hondureño.
Tras los señalamientos en la Corte, el Gobierno de Honduras protestó ante el Departamento de Estado de EE.UU. por la incriminación de narco-estado para el país centroamericano.
Según la justicia estadounidense, el hermano del presidente hondureño coordinó y, en ocasiones, participó en proporcionar seguridad, incluso por parte de miembros de la Policía Nacional de su país para transportar la droga.
Las 'cartas' de EE.UU.
La Fiscalía presentó el testimonio de narcotraficantes confesos que dijeron haber colaborado con Juan Antonio Hernández.
Devis Leonel Rivera Maradiaga, exlíder de una violento cártel conocido como 'los Cachiros', se habría encontrado con 'Tony' en febrero de 2014 en una reunión organizada, entre otros, por un exmiembro de la Policía Nacional de Honduras.
"Durante una parte grabada en video y audio de esa reunión, Hernández acordó ayudar a Rivera para que entidades del Gobierno hondureño pagaran dinero adeudado a algunas empresa fantasma de 'los Cachiros', a cambio de un soborno para Hernández de 50.000 dólares que le habrían sido entregados en la reunión", apunta la acusación.
Otra de las 'cartas' usadas por la justicia estadounidense es la del exagente de la Policía Nacional de Honduras Mauricio Hernández Pineda, primo del acusado.
Hernández Pineda, de 47 años, fue acusado en la corte federal de Manhattan de conspirar para enviar cocaína a EE.UU., que conlleva una sentencia mínima obligatoria de 10 años de prisión y una pena máxima de cadena perpetua, así como delitos relacionados con el uso y posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos, que podrían acarrearle una condena de entre 30 años o cárcel de por vida.
"Mauricio Hernández Pineda traicionó sus obligaciones como oficial de Policía de hacer cumplir las leyes de su país y evitar el tráfico a través de su país. En su lugar, facilitó los envíos de toneladas de cocaína que eventualmente llegaron a Estados Unidos", manifestó el juez asignado al caso, Kevin Castel.
Alexander Ardón Soriano, un exalcalde de El Paraíso, Honduras, acusado de conspirar para importar cocaína a EE.UU., también figura en la trama de 'Tony' Hernández.
"Ardón Soriano supuestamente usó su posición como alcalde para facilitar su propio tráfico de drogas e imponer un 'impuesto' a otros traficantes, haciendo millones de dólares en el proceso", manifestó el Departamento de Justicia en enero de este año. "Utilizó parte de las ganancias de la droga para financiar campañas políticas en Honduras para él y uno o más de sus asociados", continúa la imputación.
Según la investigación, entre los años 2000 y 2015, incluso mientras fungía como alcalde, Ardón participó en actividades de narcotráfico a gran escala con socios en Colombia, Honduras, Guatemala y México. En su país tuvo acceso al menos a un laboratorio de cocaína, así como a una pista de aterrizaje clandestina que recibía aviones cargados de cocaína, enviados desde América del Sur.
Durante el juicio, Ardón describió una supuesta reunión donde el narcotraficante mexicano Joaquín 'el Chapo' Guzmán habría dado un millón de dólares en coimas a 'Tony', para que fueran entregados a su hermano, el presidente Juan Orlando Hernández.
Calix Hernández, de 36 años, también figura entre los co-conspiradores de 'Tony'. Entre 2005 y 2016, habría participado en el tráfico de drogas y en proveer seguridad para los envíos de cocaína transportados dentro de Honduras, según señalamientos del Departamento de Justicia.
Giovani Rodríguez, exmiembro de la Policía Nacional de Honduras y traficante de drogas extraditado a EE.UU., declaró en el sexto día del juicio que ofreció a 'Tony' información sobre los operativos policiales para detener el tráfico de droga. A cambio, Rodríguez recibía protección y ascensos, según dijo.
"No puede ser narcotraficante"
'Tony' se ha declarado inocente de todos los cargos y su hermano, el presidente Juan Orlando Hernández, asegura que jamás ha recibido dinero del narcotráfico.
La defensa de Hernández, el abogado Michael Tein, intentó desacreditar los testimonios de los narcotraficantes presentados por la Fiscalía de EE.UU.: "estos testigos son tan malvados que no deben creer lo que dicen de nadie. Cinco asesinos múltiples. No pueden creerles para condenar a alguien más allá de una duda razonable", refirió.
Con base en reportes de la prensa de Honduras, Tein justificó, además, la legalidad de las armas en posesión de su cliente.
"Un hombre que compra pijamas de Navidad en Target (una de las cadenas de almacenes más populares en EE.UU.) con una tarjeta de crédito no puede ser narcotraficante", fue el último argumento que esgrimió Tein en el juicio.
Juan Antonio Hernández no es el primer familiar de un político hondureño en ser procesado en EE.UU. En septiembre de 2017 fue condenado a 24 años de prisión Fabio Lobo, el hijo del expresidente Porfirio Lobo, también acusado de corrupción.
Paola Morales
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