El cometa 2I/Borisov, descubierto el pasado 30 de agosto por el astrónomo aficionado ruso Guennadi Borísov y considerado el primer cometa interestelar conocido de nuestro Sistema Solar, sigue acercándose a la Tierra. Este 28 de diciembre pasará a su distancia mínima de nuestro planeta, unos 289,8 millones de kilómetros, y seguirá su camino hacia el otro lado de nuestro sistema planetario.
La velocidad de 2I/Borisov ha aumentado después de que haya pasado su perihelio (el punto de su trayectoria más cercano al Sol), alcanzando los 177.000 kilómetros por hora. Comúnmente, los cometas viajan a aproximadamente la mitad de esa velocidad.
Este impresionante parámetro, así como su inusual trayectoria, indican claramente que el cometa proviene de fuera de nuestro Sistema Solar. Asimismo, cuenta con una particularidad que lo diferencia de otros objetos similares: su trayectoria se parece más a una línea recta que a una elipse, lo que lo distingue claramente de otros cuerpos de nuestro Sistema Solar.
A pesar de que los expertos lograron definir con bastante precisión la trayectoria del 2I/Borisov, aún no han conseguido establecer de qué sistema estelar llegó. Poco después de su descubrimiento, astrónomos polacos señalaron que podría haberse formado en el sistema binario Kruger 60, ubicado en la constelación de Cefeo. Sin embargo, una verificación adicional de los propios autores refutó estos cálculos.
Fotos históricas
Los investigadores destacan la gran importancia del descubrimiento de este primer 'cometa intruso' (el segundo visitante interestelar conocido de nuestro Sistema Solar), ya que fue detectado antes de que alcanzara su punto máximo de aproximación al Sol, a diferencia del primer visitante interestelar descubierto, el asteroide 1I/Oumuamua, avistado por primera vez en 2017, ya después de que pasara su perihelio.
Este hecho dio a los astrónomos la oportunidad de estudiar el cometa antes y después de su acercamiento máximo al Sol y registrar los cambios que este provocó, como el cambio de velocidad que experimentó debido a la influencia de nuestro astro.
La semana pasada fueron publicadas nuevas imágenes del 2I/Borisov tomadas por el telescopio espacial Hubble antes y después de su perihelio del 8 de diciembre.
Estas imágenes han sido calificadas de históricas, ya que nunca antes la humanidad había podido registrar a un objeto interestelar acercarse tanto al Sol.
Además, los astrónomos de la Universidad de California (UCLA) que captaron dichas fotos con el Hubble descubrieron que el núcleo del 2I/Borisov "es más de 15 veces más pequeño de lo que investigaciones anteriores sugirieron que podía ser".
"Nuestras imágenes del Hubble muestran que el radio es más pequeño que medio kilómetro", señalaron en un comunicado.
Los científicos explicaron que conocer el tamaño del núcleo es útil para evaluar "el número total y la masa de otros objetos similares en el Sistema Solar y la Vía Láctea".
"Borisov es el primer cometa interestelar conocido, y nos gustaría saber cuántos más puede haber", declaró David Jewitt, profesor de ciencias planetarias y astronomía de la UCLA.