EE.UU. reconoce que su sistema de defensa antiaérea "tiene que mejorar" para contrarrestar a drones y misiles
El jefe del Mando Europeo de EE.UU., el general Tod Wolters, ha afirmado que el sistema de defensa antiaérea de su país necesita ser mejorado. Lo hizo este martes durante una audiencia en el Senado estadounidense.
"Los ataques en el campo petrolero saudita, y también los misiles iraníes en Irak después de la muerte de Soleimani, me plantean preocupaciones sobre nuestra capacidad de defensa. […] ¿Cuál es nuestra capacidad para defendernos de ese tipo de ataques después de que no funcionara en Irak y en Arabia Saudita?", preguntó a Wolters el senador Angus King.
"Senador, está mejorándose, pero tiene que ser mejor", contestó el militar, que dijo que el Pentágono tiene "un plan que prefiere una defensa antimisiles integrada" contra misiles tanto de largo como de corto alcance.
"Entonces, ¿estaría de acuerdo en que esa es una brecha significativa en nuestra defensa sobre la que realmente necesitamos trabajar rápidamente?", continuó Angus.
"Es un fallo asegurado, senador, y tenemos que seguir trabajando en ello", reaccionó Wolters.
Ataques omitidos
En septiembre del año pasado, dos refinerías de Arabia Saudita fueron atacadas con drones por los rebeldes hutíes de Yemen. Washington y Riad acusaron a Teherán de estar detrás del bombardeo, pero la república islámica negó rotundamente esas denuncias.
El pasado 8 de enero, Irán atacó con decenas de misiles dos bases aéreas iraquíes que albergan tropas estadounidenses. Lo hizo en respuesta al asesinato del general Qassem Soleimani, que tuvo lugar seis días antes.
Inicialmente el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que el ataque iraní no había causado víctimas ni heridos y que "solo se produjeron daños mínimos en las bases". Sin embargo, dos semanas más tarde el portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU., Jonathan Hoffman, reconoció que "se habían diagnosticado conmociones cerebrales y lesiones cerebrales traumáticas a 34 efectivos en total" a consecuencia del ataque. El 10 de febrero el Pentágono elevó esta cifra a 109 efectivos.