El Departamento de Defensa de EE.UU. tachó este 27 de agosto de "contraproducentes" los ejercicios militares que China celebra estos días, así como el lanzamiento de dos misiles balísticos por el país asiático en el mar de la China Meridional.
"La realización de ejercicios militares sobre el territorio disputado en el mar de la China Meridional es contraproducente para aliviar las tensiones y mantener la estabilidad. Las acciones de la República Popular China, incluidas las pruebas de misiles, desestabilizan aún más la situación en el mar de la China Meridional", reza un comunicado del Pentágono.
Desde el Departamento de Defensa estadounidense destacaron que dichas maniobras militares son la última en "una larga cadena de acciones" de Pekín destinadas a "afirmar sus reclamaciones marítimas ilegales y a perjudicar a sus vecinos del sudeste asiático" en el mar.
"Las acciones de la República Popular China contrastan con su compromiso de no militarizar el mar de la China Meridional y la visión de Estados Unidos de una región del Indo-Pacífico libre y abierta, en la que todas las naciones, grandes y pequeñas, están seguras en su soberanía, libres de coacción y capaces de perseguir el crecimiento económico, coherente con las reglas y normas internacionales aceptadas", indicaron.
Territorio en disputa
De acuerdo con South China Morning Post, los misiles balísticos DF-26B y DF-21D, apodados 'asesinos de portaviones', fueron disparados este miércoles desde la provincia de Qinghai (noroeste de China) y la provincia de Zhejiang (este), respectivamente, hacia una zona entre la provincia de Hainan y las islas Paracelso.
El lanzamiento de misiles se produce un día después de que las autoridades de China denunciaran la incursión de un avión de reconocimiento estadounidense U-2 en el espacio aéreo de su distrito militar norte, cuando las tropas chinas realizaban ejercicios militares en la zona.
Los simulacros chinos tienen lugar una semana después de que el portaviones estadounidense USS Reagan entrara en el mar de la China Meridional —cuyas aguas son disputadas por cinco países vecinos, incluida China— para participar en unos ejercicios militares. Un mes antes, el secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, aseguró que su país desplegaría portaviones en el mar disputado y nadie podría impedirlo.
Por su parte, el embajador chino en Washington, Cui Tiankai, afirmó entonces que el aumento de la presencia militar de EE.UU. en el mar de la China Meridional desestabiliza la situación en la región. Más recientemente, el 21 de agosto, el portavoz de la Cancillería china, Zhao Lijian, advirtió que si Washington sigue actuando con afán de provocación en la zona, Pekín se vería obligado a tomar "las contramedidas necesarias para salvaguardar firmemente sus propios intereses de seguridad".