Moscú: "A Occidente no le interesa determinar la verdad sobre el incidente con Navalny"
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, ha declarado este jueves que a Occidente "no le interesa determinar la verdad" sobre lo que pasó con el opositor ruso Alexéi Navalny, que permanece hospitalizado en Berlín.
"La naturaleza de las declaraciones provenientes de Bruselas sugiere involuntariamente que nuestros socios occidentales no están interesados en esclarecer la verdad", aseveró Zajárova en una sesión informativa. Según ella, el objetivo real de la campaña de información adoptada por la Unión Europea "se reduce a garantizar la irreversibilidad de la línea destructiva adoptada en la UE" hacia Rusia.
La vocera ha denunciado que Alemania continúa ignorando las propuestas rusas para investigar juntos el caso.
En cuanto a la idea expresada por el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, de aprobar un régimen de sanciones de la UE por violación de los derechos humanos que lleve el nombre de Navalny, Zajárova opinó que se trata de un "intento abierto de establecer una directriz deliberadamente antirrusa a las nuevas restricciones".
"Esperamos que prevalezca el sentido común en la Unión Europea, que nuestros socios abandonen la práctica de nombrar arbitrariamente a los culpables y empiecen a sacar conclusiones solo sobre la base de hechos reales y confirmados", concluyó la diplomática.
¿Qué le pasó a Navalny?
El 20 de agosto, el opositor ruso se sintió mal durante un vuelo a Moscú. El avión aterrizó de emergencia en la ciudad rusa de Omsk, donde Navalny fue hospitalizado en estado grave y tuvo que ser conectado a un respirador.
Antes de embarcar, Navalny bebió té en el aeropuerto de Tomsk por lo que sus partidarios sugirieron que podría estar envenenado, versión que compartió la familia del opositor. Sin embargo, los médicos del hospital de emergencias de Omsk afirmaron no haber encontrado ningún rastro de veneno en el organismo del paciente, siendo el trastorno metabólico el diagnóstico principal que manejaron.
Navalny fue ingresado en el hospital ruso en un coma de origen desconocido, y casi de inmediato los especialistas decidieron inducirle a un coma médico. Durante los dos siguientes días los médicos hicieron todo lo necesario para salvar la vida del político y lograron estabilizar su condición. Tras ello, a petición de la familia, el opositor fue trasladado a Alemania, al hospital Charité de Berlín, donde el diagnóstico inicial fue que sufrió una intoxicación con una sustancia del grupo de los inhibidores de la colinesterasa.
En respuesta, los médicos del hospital de emergencias de Omsk indicaron que, cuando el opositor fue ingresado, no presentaba un cuadro clínico específico de ese grupo de sustancias. Por otra parte, desde el Ministerio del Interior de Rusia regional confirmaron que no se habían encontrado sustancias potentes o narcóticas en los análisis a Navalny durante sus inspecciones.
Varias fuentes del país germano, incluido el Laboratorio de las Fuerzas Armadas Alemanas, afirmaron que Navalny fue envenenado con un agente nervioso del grupo Novichok, alegando que una sustancia de este tipo solo puede estar al alcance de las autoridades rusas. Moscú, por su parte, niega estas acusaciones y pide a la parte alemana los materiales relacionados con el caso para poder analizarlos.
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