La inestabilidad de los sistemas bancarios de Estados Unidos y Europa están dificultando aún más el endeudamiento y pago en los mercados de bonos de algunas de las economías más vulnerables del mundo, reveló Bloomberg este lunes.
La apoteósica serie de quiebras bancarias en EE.UU. este mes obligó a rescatar al prestamista suizo Credit Suisse Group AG en Europa y provocó la huida de los inversores de los activos de mayor riesgo en todo el mundo. Sin embargo, la peor parte de la crisis se la han llevado los países que durante años han estado al borde del impago, enviando los rendimientos a niveles históricos.
"El apetito de riesgo por el crédito en dificultades de los mercados emergentes se ha desplomado, ya que el mercado los considera los eslabones más débiles y muy susceptibles de sufrir un parón repentino", afirma Gordon Bowers, analista de Columbia Threadneedle Investments en Londres.
Asimismo, los inversores manifiestan cada vez más dudas sobre la capacidad de estos países para reembolsar sus deudas en divisas. "El temor es que el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales pueda llevar reflexivamente al crédito en dificultades al punto de ruptura, cuando una depreciación desordenada de las divisas haga insoportable el servicio de la deuda, provocando una oleada de impagos", destacó Bowers.
Al borde del impago
En el norte de África la situación no es favorable. El diferencial de los bonos en dólares de Egipto ha vuelto a superar los 1.000 puntos básicos este mes. Sus permutas de incumplimiento crediticio se acercan a los máximos históricos alcanzados en julio. En el caso de Túnez, el coste de asegurar la deuda contra el impago ha sido el que más ha subido en todo el mundo este mes, hasta un máximo histórico de 2.450 puntos básicos.
En Asia, los bonos de Pakistán han sido uno de los mayores perdedores de los mercados emergentes en marzo. Su bono de 1.000 millones de dólares con vencimiento en abril de 2024 cotiza ahora a unos 41 centavos por dólar, y el agravamiento de la crisis política solo ha agravado los problemas fiscales.
En cuanto a Latinoamérica, el diferencial de Bolivia alcanzó este lunes un récord de 1.274 puntos básicos. Los principales proveedores de calificaciones crediticias han degradado su evaluación de ese país a medida que se evaporan sus reservas de divisas.
Aunque puede que los problemas bancarios no sean un desencadenante directo del impago de los bonos soberanos de los mercados emergentes, los expertos indican que sí podrían serlo los mayores costes de financiación.
- El 10 de marzo, el sistema bancario estadounidense experimentó la quiebra más grande desde la crisis financiera de 2008: Silicon Valley Bank (SVB), el decimosexto banco más grande del país, colapsó después de que los depositantes, en su mayoría vinculados con el sector de la tecnología y empresas respaldadas por capital de riesgo, retiraran su dinero a medida que se extendía la preocupación por la crisis dentro de la entidad.
- Dos días más tarde, los reguladores cerraron el Signature Bank, con sede en Nueva York, debido a riesgos sistémicos y con el fin de evitar un contagio en el sector.
- La semana pasada Credit Suisse, el segundo banco más grande de Suiza, sufrió pérdidas significativas a raíz de la crisis bancaria que afecta a EE.UU. y después de que su principal accionista, Saudi National Bank, anunciara que no inyectaría más dinero a la entidad.
- En este contexto, el banco central suizo se vio obligado a prestar 50.000 millones de francos (unos 53.600 millones de dólares) a Credit Suisse. No obstante, la financiación otorgada por el regulador no logró estabilizar el precio de las acciones de la entidad financiera.
- Mientras tanto, el mayor banco suizo, UBS, compró Credit Suisse por un valor total de unos 3.240 millones de dólares.