La política exterior del presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, refleja su estrategia de convertirse en un "Estado fundamental global" con un papel expansivo más allá del este de Asia. En ese sentido, su inclinación a un mayor acercamiento a EE.UU. aumenta los riesgos de una escalada de tensiones con China, advierten varios analistas, citados por South China Morning Post.
Aspiraciones en la región del Pacífico
A fines de este mayo, Seúl organizó la primera cumbre entre Corea del Sur y las islas del Pacífico —las Islas Cook, la República de las Islas Marshall, las Islas Salomón, Niue y Palau—, donde las naciones firmaron varios acuerdos sobre la expansión de la cooperación en desarrollo económico, seguridad y respuesta al cambio climático.
Durante este evento, el mandatario surcoreano se comprometió a fortalecer su apoyo "a medida" para cada Estado insular del Pacífico y anunció que aumentaría su asistencia para el desarrollo de esta región a 39,9 millones de dólares para 2027. Yoon también sostuvo cumbres con los líderes de otras cinco naciones insulares del Pacífico.
En opinión de Peter Lee, investigador del Centro de Estudios de EE.UU. de la Universidad de Sídney, este creciente compromiso de Seúl con la región del Pacífico refleja su deseo de asumir un papel más expansivo y hacer realidad sus aspiraciones de convertirse en un "Estado fundamental global". Al mismo tiempo, indica que la política del predecesor de Yoon, Moon Jae-in, no se centró en esta región.
Concepto de "Estado fundamental global"
Por primera vez, el presidente surcoreano Yoon planteó la idea de un "Estado fundamental global" en un artículo en el portal Foreign Affairs en febrero del año pasado, mientras aún era candidato a presidente. En esta nota pidió a Corea del Sur que adopte una nueva política exterior de "claridad y audacia" y acusó a la Administración de Moon Jae-in de "timidez". Además, indicó que este nuevo enfoque implicaría fortalecer la cooperación con EE.UU. y Japón, mientras se adopta una postura más crítica hacia China.
Este 7 de junio, el Gobierno de Yoon emitió su primera Estrategia de Seguridad Nacional. El documento —publicado por primera vez después de cinco años— destacó la visión de Corea del Sur de convertirse en un "Estado fundamental mundial para la libertad, la paz y la prosperidad" en medio de un entorno internacional que cambia rápidamente y las amenazas de seguridad regional que se intensifican.
Entre los objetivos de la estrategia se destacan los de proteger la soberanía de Corea del Sur, establecer la paz en la península de Corea y sentar las bases para la prosperidad en el este de Asia mientras se expande el papel global del país.
Este documento, al igual que la estrategia para el Indo-Pacífico lanzada por el Gobierno de Yoon en diciembre, parece haber reemplazado la Nueva Política del Sur (NSP) anterior de Seúl, anunciada en noviembre de 2017 y destinada a profundizar su asociación estratégica con el sudeste asiático e India a un nivel similar a los lazos de Seúl con EE.UU., China, Japón y Rusia.
De acuerdo con el jefe de Estudios Coreanos de la Fundación SK-Korea en la Institución Brookings, Andrew Yeo, el Gobierno de Yoon quería revelar una estrategia más ambiciosa para todo el Indo-Pacífico que iría más allá del NSP y se conectaría con el concepto de Yoon de un "Estado fundamental global".
Política de China hacia las islas del Pacífico
En los últimos años, el compromiso de China con la región se ha intensificado gracias a la expansión de los lazos económicos. Además, Pekín firmó un acuerdo de seguridad con las Islas Salomón en 2022. Como respuesta, EE.UU. también impulsó la ayuda a la región y hasta abrió su Embajada en Vanuatu y organizó la primera cumbre entre EE.UU. y las islas del Pacífico el año pasado.
Andrew Yeo opina que el reciente interés de Seúl en las islas del Pacífico se trata menos de que "importen" a Corea del Sur, y más de que podría haber sido influenciado por la preocupación de Washington sobre la creciente influencia de China en la región.
¿Alejándose de China?
Bajo la Administración anterior, Seúl practicó la "ambigüedad estratégica" destinada a lograr un equilibrio entre EE.UU., su aliado militar, y China, su socio económico estratégico. No obstante, la reciente inclinación de Corea del Sur hacia EE.UU. ha estado aumentando el descontento de Pekín. Así, tras el anuncio de la estrategia de Seúl en el Indo-Pacífico, el portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin, indicó que Pekín aboga por la solidaridad y la cooperación entre todos los países y se opone al establecimiento de camarillas exclusivas.
Luego, en abril, después de que Yoon, el mandatario surcoreano, calificara de "cuestión global" las situaciones en el estrecho de Taiwán y la península de Corea, el viceministro de Relaciones Exteriores de China, Sun Weidong, tachó esta declaración de "comentarios erróneos", de acuerdo con el diario estatal chino Global Times. El periódico también advirtió de que la "abrumadora política proestadounidense de Yoon podría convertirse en una pesadilla para Corea del Sur".
A principios de este mes, luego de la decisión de Seúl de mejorar la relación con Washington para que se convierta en una "alianza de base nuclear", Pekín argumentó que desplegar armas nucleares estadounidenses en la península de Corea era un acto peligroso y provocativo hacia China, Rusia y Corea del Norte. "Washington y Seúl enfrentarán represalias de nivel estratégico que podrían desencadenar otra crisis nuclear en la región", escribió Global Times.
La semana pasada, las relaciones de Seúl con China llegaron a un punto de alta tensión después de que el embajador chino en Corea del Sur, Xing Haiming, advirtiera a Seúl de que no hiciera una "apuesta equivocada" en medio de la rivalidad chino-estadounidense, y agregó que "los que apuestan por la derrota de China se arrepentirán definitivamente".
En respuesta, Seúl emitió una nota de protesta y expresó un "fuerte pesar" por estas declaraciones "provocativas". Yoon también cuestionó el enfoque de Xing como diplomático.