El presidente de Bielorrusia, Alexánder Lukashenko, expresó su opinión en torno al acuerdo de cereales del mar Negro y la situación agrícola en su nación, indicando que para que haya paz "lo principal es la economía".
"Nadie va a ayudar a nadie. Miren lo que se ha revelado sobre el acuerdo del grano. Todos son tan bondadosos, todos son tan serviciales con Ucrania, y todos a su alrededor se han negado a permitir que el grano exportado desde Ucrania pase por su territorio", declaró el mandatario.
"Los polacos y otros países se alegraron tanto por Ucrania que hoy se han negado definitivamente a permitir la entrada en su territorio de productos ucranianos. Este es todo el mercado", agregó Lukashenko, subrayando que su país debe estar organizado y preparado para que su población "esté alimentada, vestida y calzada".
Moscú decidió el lunes no prorrogar el acuerdo de granos. El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, lamentó que "la parte relativa a Rusia en este acuerdo del mar Negro no se aplicara hasta ahora", al tiempo que aseguró que su país retomará inmediatamente la aplicación del convenio en cuanto se cumplan las condiciones indicadas.
Este miércoles Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia firmaron una declaración en la que piden a la Comisión Europea que amplíe la prohibición de importar grano ucraniano preservando solo el tránsito.
En abril de este año, los países mencionados prohibieron unilateralmente las importaciones de cereales y otros productos agrícolas ucranianos, ya que los envíos desestabilizaron sus mercados nacionales, amenazando el bienestar de los agricultores locales y provocando un descontento público que desembocó en protestas.
Sin embargo, posteriormente levantaron esas medidas a cambio de que la Comisión Europea tomara la decisión de imponer hasta el 15 de septiembre un embargo a cuatro productos alimenticios procedentes de Ucrania: trigo, maíz, colza y semillas de girasol.