Las Fuerzas Armadas de Ucrania han perdido más de 43.000 efectivos durante su contraofensiva en los meses de junio y julio, comunicó este viernes el Ministerio de Defensa de Rusia.
El portavoz de la institución, Ígor Konashénkov, subrayó en el boletín diario sobre el operativo ruso que el número de bajas no incluye a heridos ni a mercenarios evacuados a hospitales ucranianos y extranjeros, ni tampoco a los soldados abatidos como resultado de ataques contra instalaciones en la retaguardia con el uso de armas de alta precisión y gran alcance.
Desde el organismo precisaron que las fuerzas rusas destruyeron más de 4.900 unidades de técnica militar de diferente tipo desde que Kiev dio inicio a sus ataques a gran escala.
En concreto, 1.831 tanques y otro tipo de vehículos blindados fueron destruidos. Entre ellos figuran 25 tanques alemanes Leopard, 21 vehículos de combate de infantería Bradley de fabricación estadounidense y 7 tanques ligeros franceses AMX que fueron suministrados a Ucrania.
Paralelamente, fueron destruidos 26 aviones, nueve helicópteros, 747 piezas de artillería de campaña y morteros, incluidos 76 sistemas M777 suministrados por Washington y 84 obuses autopropulsados entregados, aparte de por EE.UU., por Polonia, Francia y Alemania.
Entre lentitud y fracaso
A finales de julio el presidente ruso, Vladímir Putin, señaló que la contraofensiva que Kiev inició el pasado 4 de junio "fracasó" Mientras tanto, altos funcionarios en Occidente, así como el propio presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, reconocían que la contraofensiva va "más lenta" de lo esperado.
Esta semana, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que los ucranianos "se mueven lentamente y serán los primeros en decir que no se mueven tanto ni tan rápido como les gustaría". En este contexto, vinculó la ausencia de éxito de Kiev con la resistencia de las líneas defensivas rusas, que están protegidas por campos de minas.
Por su parte, un informe de la inteligencia británica publicado el jueves vinculó la ausencia de éxitos de la contraofensiva ucraniana con "la maleza y los arbustos" que ayudan a "camuflar las posiciones defensivas rusas y dificultan el desminado".