El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, habló este viernes sobre la persecución que adelanta Kiev contra la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica (UPTs, por sus siglas en ruso).
El alto diplomático expuso que bajo el liderazgo del presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, constantemente se están tomando medidas, incluso "legislativas y pseudo-policiales", con el fin de "erradicar" esta rama religiosa del territorio de su país. En ese sentido, Nebenzia señaló que el mandatario parece estar buscando la "mala fama de los célebres perseguidores romanos de los cristianos: los emperadores Claudio, Nerón, Trajano y Diocleciano".
Contra el clero se ha lanzado una masiva "campaña de desinformación" para "desacreditar" a los sacerdotes y crearles ante los creyentes "una imagen de cómplices del enemigo", denunció el diplomático, detallando que tanto la Policía ucraniana como el Servicio de Seguridad del país (SBU) y los medios de comunicación se dedican diariamente a divulgar "acusaciones infundadas" de que los templos son utilizados para "el almacenamiento de armas, municiones y provisiones para el agresor".
"El objetivo de las falsedades y los discursos de odio sobre los 'sacerdotes saboteadores' difundidos en las redes sociales es obvio: es así como el régimen de Kiev intenta justificar la limpieza del entorno religioso del país y despejar el camino a los radicales de todas las tendencias para la violencia y la iniquidad", aseguró Nebenzia.
En su opinión, la persecución contra la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica es "un intento de reformatear la conciencia de decenas de millones de ucranianos", que la consideran como "su Iglesia natal, originaria, única y legítima, en la que han orado durante siglos".
Con sus acciones, "Zelenski y su banda están amontonando brasas sobre sus cabezas, incitando al odio religioso y tratando de destruir el tejido social de la sociedad ucraniana", mientras dicen querer preservarlo, afirmó Nebenzia. "Aquellos que encubren al nuevo perseguidor de los cristianos en Ucrania -es decir, a Zelenski y su régimen- se convierten en cómplices de un crimen monstruoso del siglo XXI: un intento de destruir la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica. Detener este crimen es nuestra responsabilidad común", aseveró.
¿Qué pasa en Ucrania?
Desde el estallido del conflicto en Ucrania, el Gobierno del presidente del país, Vladímir Zelenski, ha endurecido la persecución contra la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica, lo que incluye allanamientos, tomas de templos y conventos y acusaciones de supuesta actividad prorrusa.
Mientras tanto, Zelenski promociona a la cismática Iglesia ortodoxa de Ucrania (PTsU), que recibió la autocefalia en enero de 2019, de manos del patriarca Bartolomé de Constantinopla, durante el mandato del presidente Piotr Poroshenko.
A principios de octubre, la Rada Suprema (Parlamento de Ucrania) informó que había recogido el número necesario de firmas para someter a debate la prohibición de la UPTs. Días después, los diputados aprobaron entre aplausos y alegría el correspondiente proyecto de ley.