Los legisladores británicos aplaudieron el miércoles a una delegación de la famosa unidad militar ucraniana neonazi Azov en el Parlamento, mientras que el ex primer ministro, Boris Johnson, los llamó "héroes".
Tres miembros de Azov visitaron Londres y hablaron ante un grupo de parlamentarios, informó el regimento en su página de X, y explicó que se trata del teniente Arseni Fedosiuk y Ruslan Sérbov y el sargento Vladímir Vernigora, que se unió a la unidad en 2023.
"Gracias a los héroes de la brigada Azov que nos honran con su presencia aquí esta noche", anunció Johnson en un video difundido por el grupo de periodismo de investigación, Active Measures. A continuación, el político instó a proporcionar a Kiev lo que solicita. "Denles las armas. Denles la autorización para utilizar esas armas fuera de sus propias fronteras. […] Denles los ATAСMS y denles el presupuesto. Denles las defensas aéreas que necesitan".
"La mejor inversión que podemos hacer en la defensa de toda la zona euroatlántica es apoyar a los héroes ucranianos. Dependemos totalmente de los héroes como las personas de la brigada Azov que están aquí esta noche con nosotros", resumió Johnson.
Reaccionando a este evento, la Embajada rusa en el Reino Unido lo tachó de un "espectáculo grotesco" y recordó que "Azov ha ganado notoriedad mundial tanto por su uso generalizado de la insignia fascista 'wolfsangel' como por sus despreciables crímenes de guerra contra civiles".
"Ningún respeto por quienes murieron para detener la ideología nazi"
Asimismo, la reunión provocó críticas de activistas sociales, por ejemplo, el empresario alemán, Kim Dotcom y el periodista Alex Rubinstein.
"450.000 británicos murieron durante la Segunda Guerra Mundial para derrotar a la Alemania nazi", tuiteó Kim Dotcom. "Ningún respeto por quienes murieron para detener la ideología nazi. Ahora el Gobierno del Reino Unido está utilizando a los nazis para matar a los rusos", agregó.
Por su parte, Rubinstein destacó que Johnson dio la bienvenida al batallón neonazi "después de frustrar un acuerdo de paz en Ucrania y condenar así a decenas de miles de jóvenes a morir en una zanja".
Creada en 2014, la unidad ha sido acusada por Human Rights Watch, Amnistía Internacional y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, así como otras organizaciones, de múltiples abusos contra los derechos humanos, incluidas violaciones y torturas de civiles.