Dina Boluarte, la primera mujer que gobierna Perú en sus largos 200 años de vida republicana, alcanzó un nuevo hito, pero de índole negativo. La consultora Datum consignó una aprobación presidencial de 5 %, la más baja registrada desde 1980, cuando comenzaron a medirse estas cuestiones.
El sondeo, realizado para el diario local El Comercio y al que tuvo acceso este medio, es una muestra con nivel de confianza de 95 %, ejecutada a nivel nacional a 1.208 personas, quienes ratifican una tendencia menguante de la jefa de Estado.
"Es más impopular que el primer Gobierno de Alan García", señala Urpi Torrado, gerenta general de Datum. No es un período cualquiera, de 1985 a 1990 el referente del Partido Aprista Peruano dejó un país con hiperinflación y violencia subversiva. Un periplo que genera repulsión entre mayores de 50 años.
Sin embargo, Torrado clarifica: "Realmente fue en su cuarto año que tuvo su caída de 6 %, luego logró tener un repunte al final de su gestión". De hecho, García pudo volver al poder para un segundo mandato, de 2006 a 2011, y lo cerró con un acogimiento de 22 %.
En cambio, desde diciembre de 2022 cuando tomó las riendas, la actual mandataria mantiene datos dramáticos en todo el territorio. "En general podemos hablar que en todas las regiones ha perdido respaldo", anota Torrado.
Tan solo un puñado de expresidentes aparecen en el listado con un dígito de aceptación. Boluarte (5 %), García en su primera versión (6 %), Alejandro Toledo (7 %) y Alberto Fujimori (9 %) a principios de siglo.
El influjo Rolex
Boluarte, quien tuvo como tope de aprobación un 19 % en marzo de 2023, se había asentado en dos dígitos este año, hasta que explotó el caso Rolex. El 14 de marzo anterior el medio digital La Encerrona desveló el uso de relojes de esta opulenta marca y torció su camino.
Poco tiempo después se descubriría que también ostentaba joyas lujosas, que al igual que los Rolex, no fueron declarados al fisco. La investigación ya está en manos de la Fiscalía de la Nación que teoriza con la posibilidad de intercambio de favores con un gobernador regional.
"Es un punto de inflexión. Estaba en una línea plana, desde noviembre de 2023 hasta abril se mantenía en 10 % (…) los Rolex generan un punto de inflexión y una caída que no ha logrado detener", comenta la experta en opinión pública.
Preguntada por RT, respondió que la desaprobación de Boluarte (91 %, una plusmarca personal en los cálculos de Datum) se explica en diversas causas.
"Es un cúmulo de factores. La gente responde que principalmente por la incapacidad para gobernar, el permanente cambio de ministros que no permite dar continuidad a las carteras, la corrupción, no dar respuesta clara a los cuestionamientos que se le hace", explica.
Disgusto amplio
Tanto mujeres como hombres la reprueban por igual; entre niveles socioeconómicos y edades tampoco hay diferencias. En Lima, donde hace un año su rechazo era de 62 %, ahora trepó al 90 %. El resto del país prosigue en su tónica, con una zona sur extremadamente crítica (95 %).
"Hay un descontento social muy grande", señala Torrado. "Ese descontento sigue creciendo, esa olla en ebullición permanece ahí, lo cual es un riesgo bien grande", añade.
No son pocas las personas en Perú que comparan el ambiente con el Chile de 2019, cuando detonó el estallido social. De diciembre de 2022 a marzo de 2023 hubo multitudinarias protestas en suelo peruano, el resultado fue: 50 civiles muertos y ningún cambio político.
Ahora la gente se concentra más en la supervivencia, apunta la especialista. Las cifras la avalan: hace poco el Gobierno reconoció, entre una espera controversial, que incrementó la pobreza y se perdió la reducción conseguida antes de la pandemia.
"Hay mucha desconfianza también hacia la clase política, por la falta de representatividad. No hay una posición clara y visible, no hay actores políticos que de alguna manera ayuden a canalizar las inquietudes de la población", valora Torrado.
La "bomba de tiempo"
Tanto Datum como otras encuestadoras han recogido un deseo incesante: adelanto de elecciones generales. Sin embargo, Boluarte se niega a renunciar y el Congreso de la República ha archivado toda moción de vacancia —una destitución forzaría la convocatoria de comicios—.
"¿Hasta cuándo vamos a estar en cambios permanentes? Este país no resiste otro cambio, otra vacancia, cuando faltan dos años", cuestionó este lunes la exjefa del Congreso, María del Carmen Alva, una de las mayores detractores del antecesor de Boluarte, Pedro Castillo.
Bajo este escenario, 2026 es la fecha prevista para una renovación de poderes. Mientras tanto, la pesadumbre pulula por cada rincón de la nación latinoamericana.
"La solución en este momento no es pensar cómo llegar al 2026 o cómo llegar al piloto automático", insta Torrado. "La bomba de tiempo está ahí, es un tema que está ahí y que se nota", agrega.
Lo dice con base en data reciente. "Se ha aumentado el número de gente que se va, hay más desarraigo, la encuesta sobre peruanidad empieza a sentir menos apego por el país (…) va teniendo consecuencias de diferentes formas en el día a día de los peruanos", advierte.
"Hay una desvalorización de la democracia y por eso también una exigencia de mano dura, de soluciones radicales. La gente está buscando orden, resultados y que los problemas principales (seguridad, corrupción) sean resueltos por esta figura de mano dura", proyecta.
La opción
El estudio de Datum muestra solo un funcionario con aprobación superior al 15 %, incluso lo dobla (31 %). Se trata del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, quien además aparece con la menor desaprobación (63 %).
Aunque en su caso el resultado proviene de 401 encuestas solo en Lima Metropolitana, se trata de un nombre continuamente voceado como posible candidato para 2026 y es un característico defensor de la "mano dura" del dignatario salvadoreño, Nayib Bukele.
"No es una pregunta de intención de voto, hay otros políticos que también tienen una valoración positiva, pero no son medidos por el ámbito en que están inmersos, como gobernadores regionales o alcaldes distritales", aclara Torrado.
No obstante, López Aliaga —un asiduo usuario de X— compartió en las últimas horas una encuesta en la red social en la cual aparece a la cabeza para encabezar una coalición de centroderecha para los próximos sufragios. "Es presidenciable", se lee en otro mensaje reposteado por el alcalde ultraconservador.
Ni la derecha ni la izquierda han definido un postulante único, una oportunidad que se percibe sumamente complicada.
De cara al 2026 se especula con la posibilidad de que haya alrededor de 30 aspirantes, un hecho inédito incluso para el Perú. Hasta ahora ninguno sobresale en las estimaciones.
"El voto está muy atomizado, todavía no se sabe cuántos candidatos habrá, pero con seguridad habrá 20 y casi 30", expresa Torrado con una risa sarcástica. "La cancha está ahí para cualquiera, esta popularidad de la gestión no necesariamente se traduce en intención de voto", insiste.
En la última elección, Castillo ganó la primera vuelta con menos de 20 % y en la segunda se impuso contra Keiko Fujimori, quien ha perdido tres veces seguidas y no descarta intentarlo nuevamente.
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