EE.UU. miente cuando se desmarca del ataque a la provincia rusa de Kursk por parte de Ucrania, aseguró este viernes el asesor presidencial у exsecretario del Consejo de Seguridad ruso Nikolái Pátrushev en declaraciones a Izvestia.
"Las declaraciones de los dirigentes estadounidenses sobre su no participación en los crímenes cometidos por Kiev en la provincia de Kursk no se corresponden con la realidad", señala Pátrushev. "Sin su participación y su apoyo directo, Kiev no se habría arriesgado a entrar en territorio ruso", agrega.
A continuación, el alto funcionario argumenta que "fue Occidente quien puso a la junta criminal a la cabeza de Ucrania", después de lo cual "los países de la OTAN inflaron a Kiev con armas, instructores militares, suministraron constantemente inteligencia y controlaron las acciones de los neonazis".
En el mismo contexto, Pátrushev destaca que "las mentiras y las provocaciones son acompañantes habituales de las políticas de Washington y de otros países occidentales".
"Una premonición del inevitable colapso"
"La operación en la provincia de Kursk también fue planificada con la participación de la OTAN y los servicios de inteligencia occidentales", reitera Pátrushev. Según el alto cargo, la causa de esta acción "criminal" es "una premonición del inevitable colapso del régimen neonazi de Kiev".
"Actualmente, por el bien de los intereses estadounidenses, están sufriendo los residentes de Ucrania, a la que Estados Unidos ha transformado, pasando de ser un Estado a un proyecto militar antirruso", destaca Pátrushev.
Asimismo, considera que "gracias a los esfuerzos de Washington, se han creado todos los requisitos previos para que Ucrania pierda su soberanía y parte de sus territorios, incluidos aquellos a los que algunos aliados estadounidenses han estado vigilando durante mucho tiempo".