El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró este domingo que Israel ha asestado al grupo chiita libanés Hezbolá "una serie de golpes que no podría haber imaginado".
En un mensaje grabado en su despacho de Jerusalén, el mandatario señaló que, si Hezbolá "no ha captado el mensaje, les prometo que lo captará", en relación con la ofensiva del país hebreo contra el Líbano de esta semana, que ha dejado decenas de muertos y miles de heridos, entre ellos varios militantes del grupo, junto con Ibrahim Aqil, un alto comandante de la unidad de élite Radwan.
"Estamos decididos a devolver a nuestros residentes [desplazados del norte] sanos y salvos a sus hogares. Ningún país puede tolerar el fuego [de cohetes] contra sus residentes, el fuego [de cohetes] contra sus ciudades", aseveró. "El Estado de Israel tampoco puede tolerarlo", añadió.
Oleadas de ataques
Cazas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron esta jornada decenas de objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano, en medio de la escalada de tensiones entre el grupo chiita y el país hebreo.
Previamente, se lanzaron más de 100 cohetes contra el territorio israelí desde el Líbano. "En las últimas horas, Hezbolá lanzó aproximadamente 115 amenazas aéreas hacia zonas civiles en el norte de Israel", informaron las FDI.
Por su parte, el grupo libanés reportó que se atacó la base aérea israelí de Ramat David, al tiempo que proclamó haber bombardeado el complejo de la empresa de defensa Rafael, especializada en equipos electrónicos.
Al menos tres personas resultaron heridas por metralla tras el impacto de un cohete en Kiryat Bialik, cerca de Haifa, según los servicios de emergencia israelíes.
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