Varios países occidentales, esperando un cambio "radical" en el enfoque de EE.UU. hacia el conflicto ucraniano una vez que el presidente electo Donald Trump asuma el cargo, han comenzado a considerar cambiar su postura en sus relaciones con Rusia, reporta CNN.
Por ejemplo, recuerda el medio, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, habló por teléfono el viernes pasado con el presidente ruso, Vladímir Putin. Además, destaca que el presidente francés, Emmanuel Macron, estrechó la mano al ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, durante la fotografía conjunta en la cumbre del grupo G20 en Brasil.
En este contexto, las fuentes del canal estadounidense revelaron que funcionarios occidentales "albergaban la esperanza" de que al concluir la cumbre se emitiera una declaración "enérgica" denunciando la operación especial militar rusa y "reforzando" el lenguaje.
"Finalmente, la iniciativa se abandonó cuando pareció que otros países no estaban de acuerdo", contaron las personas al tanto del asunto, que también observaron que el lenguaje de la declaración final de los líderes respecto a Rusia "se suavizó" en comparación con años anteriores. Como resultado, el conflicto ucraniano solo ocupó un párrafo en el documento final.
Al mismo tiempo, CNN remarca que el permiso de Washington a Kiev para disparar misiles de largo alcance a zonas más profundas del territorio ruso "ha complicado un posible deshielo diplomático occidental con Rusia".