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Canadá inaugura una base militar de entrenamiento en el Ártico
El Ejército canadiense ha inaugurado el centro militar de formación de Resolute Bay, en la isla ártica de Cornwallis, para entrenar a sus efectivos en acciones en el norte.
La base funcionará todos los meses del año y será también utilizada como un puesto de mando avanzado en caso de situaciones de emergencia u operaciones de búsqueda y salvamento en el extremo norte.
Está previsto que la capacitación de efectivos en las duras condiciones del Ártico se llevará a cabo en grupos de 100 personas.
Además de la base militar de Resolute Bay, se prevé instalar un puerto de aguas profundas en Nanisivik, en la isla de Baffin, para buques comerciales y militares.
Todas estas instalaciones están situadas en el archipiélago Ártico Canadiense, en el extremo norte del continente americano.
Los esfuerzos militares canadienses se realizan en medio de planes de otros estados de potenciar su presencia militar y económica en el Ártico.
En 2009, Dinamarca anunció sus planes de establecer un comando militar especial del Ártico, con fuerzas de reacción rápida. Un año más tarde, los gobernantes de Noruega constituyó su propio comando polar, y EE.UU. y Canadá comenzaron a realizar ejercicios militares regulares en la región.
Más tarde en la carrera ártica se incorporó Rusia, con programas para potenciar su flota de rompehielos y submarinos, crear brigadas de infantería especializadas y proporcionar mayor energía electica a la región mediante el proyecto de una central nuclear flotante.
Cabe añadir que la Flota Rusa del Norte es la más potente de las cuatro flotas rusas y, además, en la norteña ciudad rusa de Severodvinsk, se está terminando la construcción de un submarino nuclear del tipo 09852 destinado al estudio de los fondos marinos.
Este alto nivel de actividad militar es comprensible. La competencia por la influencia en el Ártico ha aumentado considerablemente, sobre todo porque el calentamiento climático ha comenzado a afectar la zona. Se estima que casi una cuarta parte de los recursos de hidrocarburos no explorados del mundo se encuentra en esa región. Además, según los pronósticos de los científicos, el paulatino deshielo del Polo Norte podría convertir el océano Ártico en una nueva vía marítima entre Europa, Asia y América.
Está previsto que la capacitación de efectivos en las duras condiciones del Ártico se llevará a cabo en grupos de 100 personas.
Además de la base militar de Resolute Bay, se prevé instalar un puerto de aguas profundas en Nanisivik, en la isla de Baffin, para buques comerciales y militares.
Todas estas instalaciones están situadas en el archipiélago Ártico Canadiense, en el extremo norte del continente americano.
Los esfuerzos militares canadienses se realizan en medio de planes de otros estados de potenciar su presencia militar y económica en el Ártico.
En 2009, Dinamarca anunció sus planes de establecer un comando militar especial del Ártico, con fuerzas de reacción rápida. Un año más tarde, los gobernantes de Noruega constituyó su propio comando polar, y EE.UU. y Canadá comenzaron a realizar ejercicios militares regulares en la región.
Más tarde en la carrera ártica se incorporó Rusia, con programas para potenciar su flota de rompehielos y submarinos, crear brigadas de infantería especializadas y proporcionar mayor energía electica a la región mediante el proyecto de una central nuclear flotante.
Cabe añadir que la Flota Rusa del Norte es la más potente de las cuatro flotas rusas y, además, en la norteña ciudad rusa de Severodvinsk, se está terminando la construcción de un submarino nuclear del tipo 09852 destinado al estudio de los fondos marinos.
Este alto nivel de actividad militar es comprensible. La competencia por la influencia en el Ártico ha aumentado considerablemente, sobre todo porque el calentamiento climático ha comenzado a afectar la zona. Se estima que casi una cuarta parte de los recursos de hidrocarburos no explorados del mundo se encuentra en esa región. Además, según los pronósticos de los científicos, el paulatino deshielo del Polo Norte podría convertir el océano Ártico en una nueva vía marítima entre Europa, Asia y América.
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