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El posible uso en Ucrania de combustible nuclear de EE.UU. enciende las alarmas
Los intentos de cambiar el rumbo político de Ucrania preocupan a los expertos en energía atómica, que auguran que un contrato entre la empresa Energoátom y la estadounidense Westinghouse abocaría a Ucrania a una catástrofe nuclear.
Especialistas creen que las plantas ucranianas, que constam de reactores de modelos soviéticos, no pueden utilizar combustibles de producción diferente, tal y como lo sucedió hace varios años cuando Ucrania ya tuvo problemas a la hora de usar material estadounidense en sus plantas, lo que provocó daños valorados en 200 millones de dólares.
También preocupa que los posibles incidentes deriven en cortes de electricidad en Ucrania y, en concreto, que se contamine el medio ambiente.
"Una estación nuclear no es solamente una estructura, es un sistema integral en el que la seguridad es la prioridad para cualquier toma de decisiones, especialmente cuando se trata de la zona activa", explica a RT el profesor Rafael Arutyunyán, que advierte que la instalación de combustible en un reactor de otra tecnología y construcción podría suponer una amenaza para la seguridad nuclear.
"Es un sistema completo en el que el funcionamiento indebido de algunos elementos provoca ciertos problemas. La experiencia de averías anteriores siempre se debe al incumplimiento de principios de seguridad que permiten que la energía atómica sea segura", subraya.
Mientras tanto, algunos diputados ucranianos ya han expresado su interés por reanudar la producción de armas atómicas, que fue desmantelada tras la descomposición de la URSS. "Tenemos derecho a reiniciar la producción de arsenales nucleares. Renovemos el estatus nuclear y nos verán de otra manera", dijo en febrero el diputado del partido Svoboda Mijaíl Krivkó. Por su parte, a finales de marzo, otro diputado del partido Udar, Serguéi Kaplin, anunció que Ucrania necesita "dos años más o menos para reiniciar la producción de arsenal nuclear y 3.400 millones de dólares".
Cabe recordar que tras la desmembración de la URSS Ucrania se convirtió en el tercer país del mundo por el volumen de su arsenal estratégico, pues entonces miles de armas nucleares. Sin embargo, al poco tiempo acometió un desarme voluntario, de tal forma que en 1996 ya había entregado todas sus armas atómicas para su destrucción, proceso en el que Moscú asistió a las autoridades ucranianas.
Actualmente Ucrania conserva centrales nucleares en activo en las ciudades de Rovno (4 reactores), Jmelnitski (2 reactores), Yuzhnoukrainsk (3 reactores), Zaporozhie (6 reactores) que generan cerca del 50% de la demanda eléctrica del país.
El 26 de abril de 1986 la explosión del cuarto reactor de la central ucraniana de Chernóbil desencadenó la mayor catástrofe nuclear de la historia, liberando a la atmósfera tanta radioactividad como la de entre 100 y 500 bombas de Hiroshima. Se calcula que el accidente costó la vida de más de 100.000 personas y mientras que la radiación sigue a día de hoy afectando a miles de habitantes de Bielorrusia, Ucrania y Rusia.
También preocupa que los posibles incidentes deriven en cortes de electricidad en Ucrania y, en concreto, que se contamine el medio ambiente.
"Una estación nuclear no es solamente una estructura, es un sistema integral en el que la seguridad es la prioridad para cualquier toma de decisiones, especialmente cuando se trata de la zona activa", explica a RT el profesor Rafael Arutyunyán, que advierte que la instalación de combustible en un reactor de otra tecnología y construcción podría suponer una amenaza para la seguridad nuclear.
"Es un sistema completo en el que el funcionamiento indebido de algunos elementos provoca ciertos problemas. La experiencia de averías anteriores siempre se debe al incumplimiento de principios de seguridad que permiten que la energía atómica sea segura", subraya.
Mientras tanto, algunos diputados ucranianos ya han expresado su interés por reanudar la producción de armas atómicas, que fue desmantelada tras la descomposición de la URSS. "Tenemos derecho a reiniciar la producción de arsenales nucleares. Renovemos el estatus nuclear y nos verán de otra manera", dijo en febrero el diputado del partido Svoboda Mijaíl Krivkó. Por su parte, a finales de marzo, otro diputado del partido Udar, Serguéi Kaplin, anunció que Ucrania necesita "dos años más o menos para reiniciar la producción de arsenal nuclear y 3.400 millones de dólares".
Cabe recordar que tras la desmembración de la URSS Ucrania se convirtió en el tercer país del mundo por el volumen de su arsenal estratégico, pues entonces miles de armas nucleares. Sin embargo, al poco tiempo acometió un desarme voluntario, de tal forma que en 1996 ya había entregado todas sus armas atómicas para su destrucción, proceso en el que Moscú asistió a las autoridades ucranianas.
Actualmente Ucrania conserva centrales nucleares en activo en las ciudades de Rovno (4 reactores), Jmelnitski (2 reactores), Yuzhnoukrainsk (3 reactores), Zaporozhie (6 reactores) que generan cerca del 50% de la demanda eléctrica del país.
El 26 de abril de 1986 la explosión del cuarto reactor de la central ucraniana de Chernóbil desencadenó la mayor catástrofe nuclear de la historia, liberando a la atmósfera tanta radioactividad como la de entre 100 y 500 bombas de Hiroshima. Se calcula que el accidente costó la vida de más de 100.000 personas y mientras que la radiación sigue a día de hoy afectando a miles de habitantes de Bielorrusia, Ucrania y Rusia.
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