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Mapa de las regiones separatistas de Europa
Los miembros de la Unión Europea son países de diferentes etnias, culturas y lenguas que a menudo discrepan entre ellos, incluso dentro de cada estado en ocasiones se dan tensiones internas.
Los conflictos basados en la etnia o la religión se dan con más frecuencia en África u Oriente Próximo. Pero además de las diferencias políticas, en muchos países de Europa cohabitan diferentes pueblos que en ocasiones se formaron mucho antes de la creación de los estados naciones que existen ahora. Muchos de ellos aspiran a lograr la independencia en algún momento de su historia.
La península ibérica
España puede ser un ejemplo icónico de la existencia de los movimientos de autodeterminación en Europa.
La región de Cataluña hace años exige por lo menos más autonomía del Gobierno de España, incluyendo más libertad financiera y económica. El País Vasco aspira a lo mismo. En el pasado el movimiento radical separatista ETA empleó métodos terroristas para lograr la independencia de su región, pero tras anunciar en 2010 un alto el fuego, en 2011 proclamó el cese definitivo de su actividad armada para articular el proyecto independentista por la vía política.
Otras regiones de España como Andalucía, Galicia y la Comunidad Valenciana también tienen aspiraciones de obtener más derechos para sus gobiernos locales, aunque muy lejos de la idea de separarse de España.
Las regiones de Italia
En Italia en la región del Véneto ciertos partidos políticos denuncian su diferencia respecto al pueblo italiano y llaman a un referéndum de autodeterminación de la región.
Pero el movimiento más importante es la Liga Norte, que incluye Véneto y otras provincias del norte de Italia, lo que se denomina Padania, y aspira a la secesión de estas regiones.
La región alemana de Baviera
Alemania es una república federal, lo que significa que los 16 estados del país tienen un cierto nivel de autonomía.
La región de Baviera es la mayor de todo el país, y goza de una industria desarrollada y rutas turísticas populares. El idioma de Baviera es un dialecto del alemán bastante distinto. Además, el movimiento separatista existe en Baviera hace muchos años: los nacionalistas bávaros buscaron la ayuda de los Aliados al final de la II Guerra Mundial para crear un estado soberano, pero Baviera fue incorporada como un distrito federal de Alemania.
Las islas británicas
El mismo Reino Unido contempla abandonar la Unión Europea.
También Escocia intenta lograr la independencia del Reino Unido tras un referéndum. Además, hay tensiones políticas en Irlanda del Norte que está dividida religiosamente entre católicos y protestantes, y cuenta con movimientos de reunificación con la República de Irlanda.
Asimismo existen movimientos de autodeterminación en Mercia y Gales, aunque por el momento no se manifiestan de manera activa.
La 'capital' de la UE
La historia de Bélgica encarna el concepto del separatismo europeo. Antes de obtener la independencia, estos territorios formaron parte del Sacro Imperio Romano Germánico, de España, de Francia y de los Países Bajos.
Hoy en día el país está dividido por una frontera lingüística que coincide con la división política en dos partes principales: las regiones de Valonia y de Flandes, en las que viven los francófonos y los flamencos, respectivamente. La región de Bruselas capital es la tercera del país.
Las tensiones entre las dos comunidades a veces se intensifican más. En Flandes existen movimientos nacionalistas moderados, por ejemplo el ganador de las elecciones parlamentarias de 2010, el partido Nueva Alianza Flamenca, que no descarta la separación de su región de Bélgica.
¿Una unidad o un mosaico?
Hay otros movimientos de autodeterminación que por el momento no se manifiestan activamente. Tampoco se habla de Europa Oriental, donde los países todavía están estableciéndose tras la caída de Yugoslavia.
Con el precedente de Kosovo, los procesos de desintegración de Irak, el movimiento para la independencia de Kurdistán o la proclamación de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk las tensiones regionales podrían intensificarse por todo el mundo.
La península ibérica
España puede ser un ejemplo icónico de la existencia de los movimientos de autodeterminación en Europa.
La región de Cataluña hace años exige por lo menos más autonomía del Gobierno de España, incluyendo más libertad financiera y económica. El País Vasco aspira a lo mismo. En el pasado el movimiento radical separatista ETA empleó métodos terroristas para lograr la independencia de su región, pero tras anunciar en 2010 un alto el fuego, en 2011 proclamó el cese definitivo de su actividad armada para articular el proyecto independentista por la vía política.
Otras regiones de España como Andalucía, Galicia y la Comunidad Valenciana también tienen aspiraciones de obtener más derechos para sus gobiernos locales, aunque muy lejos de la idea de separarse de España.
Las regiones de Italia
En Italia en la región del Véneto ciertos partidos políticos denuncian su diferencia respecto al pueblo italiano y llaman a un referéndum de autodeterminación de la región.
Pero el movimiento más importante es la Liga Norte, que incluye Véneto y otras provincias del norte de Italia, lo que se denomina Padania, y aspira a la secesión de estas regiones.
La región alemana de Baviera
Alemania es una república federal, lo que significa que los 16 estados del país tienen un cierto nivel de autonomía.
La región de Baviera es la mayor de todo el país, y goza de una industria desarrollada y rutas turísticas populares. El idioma de Baviera es un dialecto del alemán bastante distinto. Además, el movimiento separatista existe en Baviera hace muchos años: los nacionalistas bávaros buscaron la ayuda de los Aliados al final de la II Guerra Mundial para crear un estado soberano, pero Baviera fue incorporada como un distrito federal de Alemania.
Las islas británicas
El mismo Reino Unido contempla abandonar la Unión Europea.
También Escocia intenta lograr la independencia del Reino Unido tras un referéndum. Además, hay tensiones políticas en Irlanda del Norte que está dividida religiosamente entre católicos y protestantes, y cuenta con movimientos de reunificación con la República de Irlanda.
Asimismo existen movimientos de autodeterminación en Mercia y Gales, aunque por el momento no se manifiestan de manera activa.
La 'capital' de la UE
La historia de Bélgica encarna el concepto del separatismo europeo. Antes de obtener la independencia, estos territorios formaron parte del Sacro Imperio Romano Germánico, de España, de Francia y de los Países Bajos.
Hoy en día el país está dividido por una frontera lingüística que coincide con la división política en dos partes principales: las regiones de Valonia y de Flandes, en las que viven los francófonos y los flamencos, respectivamente. La región de Bruselas capital es la tercera del país.
Las tensiones entre las dos comunidades a veces se intensifican más. En Flandes existen movimientos nacionalistas moderados, por ejemplo el ganador de las elecciones parlamentarias de 2010, el partido Nueva Alianza Flamenca, que no descarta la separación de su región de Bélgica.
¿Una unidad o un mosaico?
Hay otros movimientos de autodeterminación que por el momento no se manifiestan activamente. Tampoco se habla de Europa Oriental, donde los países todavía están estableciéndose tras la caída de Yugoslavia.
Con el precedente de Kosovo, los procesos de desintegración de Irak, el movimiento para la independencia de Kurdistán o la proclamación de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk las tensiones regionales podrían intensificarse por todo el mundo.
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