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Fernández de Kirchner: "De rodillas no nos van a ver"
La presidenta de Argentina ha vinculado el caso de Donnelley, la empresa multinacional de capitales norteamericanos que se declaró en quiebra, a los fondos buitres que quieren endeudar al país. "De rodillas no nos van a ver", asegura.
Durante su discurso en la Casa de Gobierno, la mandataria argentina aseguró que el caso de Donnelley es "un delito federal por alteración al orden económico y financiero".
A su juicio, se trata de "un caso fraudulento para intentar atemorizar a la población".
"No tienen ningún problema de tirar veinte y pico millones de dólares a la calle con tal de crear una situación de zozobra en un país al que quieren ver de rodillas", dijo la presidenta, que se mostró firme en su gestión del contencioso de los fondos buitre. "Conmigo de presidenta, de rodillas, no nos van a ver", recalcó.
Cristina Fernández de Kirchner cuestionó las declaraciones del titular del fondo buitre Aurelius, que advirtió el miércoles que "para Argentina lo peor está por venir". La presidenta considera esta declaración supone una amenaza a los 41 millones de argentinos.
Asimismo, aseguró que los fondos buitre no quieren arreglar nada, "no solo por avaricia o por codicia" –dijo-, sino porque "tienen una decisión política y geopolítica de querer volver a endeudar a la Argentina".
La presidenta argentina también denunció la existencia de un "tramado mafioso a nivel internacional que está manejando la economía del mundo". Según ella, "no puede ser que un 1% pueda controlar los destinos del mundo".
A su juicio, se trata de "un caso fraudulento para intentar atemorizar a la población".
No puede ser que un 1% pueda controlar los destinos del mundo
"No tienen ningún problema de tirar veinte y pico millones de dólares a la calle con tal de crear una situación de zozobra en un país al que quieren ver de rodillas", dijo la presidenta, que se mostró firme en su gestión del contencioso de los fondos buitre. "Conmigo de presidenta, de rodillas, no nos van a ver", recalcó.
Cristina Fernández de Kirchner cuestionó las declaraciones del titular del fondo buitre Aurelius, que advirtió el miércoles que "para Argentina lo peor está por venir". La presidenta considera esta declaración supone una amenaza a los 41 millones de argentinos.
Asimismo, aseguró que los fondos buitre no quieren arreglar nada, "no solo por avaricia o por codicia" –dijo-, sino porque "tienen una decisión política y geopolítica de querer volver a endeudar a la Argentina".
La presidenta argentina también denunció la existencia de un "tramado mafioso a nivel internacional que está manejando la economía del mundo". Según ella, "no puede ser que un 1% pueda controlar los destinos del mundo".
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