Los brasileños, preparados para elegir a la presidenta
El debate televisado, el último antes de las presidenciales de Brasil, por el canal Globo en la noche del jueves ratificó el pronóstico de que la candidata oficialista del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, puede ganar los comicios generales de este domingo.
Además de Rousseff, en el debate han tomado parte tres candidatos más a la Presidencia brasileña: José Serra, por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB); Marina Silva, por el Partido Verde (PV), y Plinio de Arruda Sampaio, por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
Estos cuatro de los nueve aspirantes en total se interrogaron y respondieron entre sí en torno a los planes de desarrollo de infraestructuras, viviendas y servicios sociales, incluyendo la salud, pero se dejaron en el tintero cuestiones como la política económica, la educación, la corrupción o la política exterior.
Los principales candidatos a la Presidencia de Brasil, la oficialista Rousseff y el opositor Serra, evitaron el enfrentamiento directo y apenas se dedicaron unas críticas veladas sin cruzarse ni una sola declaración directa en toda la disputa.
A pesar de que el debate televisado fue tibio y terminó sin ganadores, muy pocos en Brasil dudan del triunfo de Rousseff en los comicios del 3 de octubre y de que se convertirá así en la primera presidenta de Brasil.
Además, ayer se divulgaron los resultados de una encuesta pública del Instituto Ibope realizado para la Confederación Nacional de la Industria (CNI). Según el sondeo, el presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva, es aprobado por el 85% de la población brasileña.
Lula da Silva, que goza de la popularidad de los brasileños, ha apoyado a su sucesora durante toda la campaña preelectoral el la que Rousseff ha sido la favorita manteniendo en todos los sondeos públicos entre el 57% y el 46% de la intención de voto.
La candidata del PT ha participado durante los ocho años del Gobierno de Lula como ministra de Minas y Energía y de Presidencia, y recapituló las inversiones que han sido realizadas en áreas como infraestructura o saneamiento básico. Mientras tanto, según el mismo sondeo de ayer del Instituto Ibope, el Gobierno de Lula recibió el 66% de aprobación en la lucha contra la pobreza.
De acuerdo con los resultados de todas las encuestas, hoy Rousseff marcha al frente de las preferencias de los electores con entre el 47% y el 50% de la intención de voto, bien distante del 25%-28% de Serra, y el 13%-14% de Marina. Plinio no alcanza ni el uno por ciento.
La duda principal de los brasileños es si la clara favorita, Rousseff, tendrá los votos suficientes para ser elegida o si será necesario disputar una segunda vuelta. Para ganar los comicios en Brasil se requiere obtener mayoría simple, y si Rousseff supera el 50% más uno de los votos válidos emitidos sobre su principal rival, Serra, no habrá nueva ronda de votación.
Este domingo 136 millones de brasileños están llamados a las urnas para elegir al nuevo presidente de Brasil, a los gobernadores de los 27 estados del país y para renovar los parlamentos nacionales y regionales.