En los EE. UU. crece preocupación por posible contaminación radiactiva
La catástrofe en Japón, que golpeó a esa nación el 11 de marzo, es el centro de la atención de todo el mundo. La actual situación en la planta Fukushima causa preocupaciones ante una posible contaminación radiactiva en los EE. UU., país que está pendiente de los acontecimientos en Japón desde el mismo comienzo de la catástrofe.
Las explosiones y fallos en el funcionamiento de la planta nuclear nipona hicieron a las autoridades estadounidenses empezar a estudiar la posibilidad de que una nube radioactiva pueda llegar al territorio continental, especialmente a la costa oeste de los EE. UU.
Sin embargo, los informes más recientes de la Comisión Nuclear Federal afirman que si bien la radiación puede llegar al país a través de las corrientes de viento del Pacífico, la misma no sería suficientemente fuerte como para provocar una alarma sanitaria. Aún así, los investigadores dieron a conocer los siguientes datos. En vista de que Japón se encuentra a casi 8.000 kilómetros de la costa oeste, si una corriente desplazara la masa contaminada ésta podría alcanzar a Estados Unidos en un lapso de 36 horas.
Mientras tanto, las pastillas que contienen yoduro de potasio se han puesto de moda en los EE. UU. (varios proveedores de yodo preventivo han declarado sus almacenes vacíos por la masiva demanda) y otros países del mundo, puesto que proporcionan cierta protección ante enfermedades cancerígenas en condiciones de radiación.
Por ejemplo, en Bélgica se habrían repartido millones de estas pastillas para prevenir el cáncer en caso de absorción de radiación. Otros informes afirman que en subastas de internet un paquete de píldoras puede alcanzar fácilmente los 500 dólares.
Cabe mencionar que un grupo de 17 pilotos estadounidenses, que transportaban este martes cargas humanitarias para las personas afectadas por la catástrofe, recibió una dosis de radiación y se ven obligados a tomar pastillas que contienen yodo.
El grupo de soldados viajaba en helicópteros, a 100 kilómetros de distancia de la estación nuclear Fukushima, cuando atravesaron una nube radiactiva.
Según informa el Organismo Internacional de Energía Atómica, está prohibido cualquier tipo de vuelos en un radio de 30 km alrededor de la planta nuclear Fukushima-1.