Bashar al-Assad descarta abandonar el poder
En su primera intervención televisiva desde que hace cinco meses estallaran las protestas en el país, el presidente sirio Bashar al-Assad declaró que las fuerzas de seguridad someten a la oposición, que no piensa abandonar su cargo y que la estabilidad de su régimen no corre peligro.
En su alocuación el líder sirio reiteró sus planes de introducir reformas en el país. Según Al-Assad, el Comité encargado de preparar las reformas requerirá seis meses como mínimo para concluir sus trabajos.
Según el presidente la situación en Siria "puede parecer peligrosa", aunque -recalcó- "somos capaces de controlarla".
Asimismo, Al-Assad previno contra cualquier acción militar contra su país, y advirtió que dicho escenario acarrearía "graves consecuencias".
Al referirse a las presiones que últimamente ejercen sobre el Damasco los estados occidentales, el presidente recalcó que "la soberanía de Siria no puede ser materia de discusiones" y se lamentó de que "por mucho que hagamos" todo parece "insuficiente" para Occidente.
Sobre las amonestaciones de la Unión Europea y de EE. UU., que le exigen abandonar el poder, el gobernante se mostró inamovible: "Fui nombrado a mi cargo no por Europa o Estados Unidos, sino por el pueblo sirio".