La favela Rocinha espera los servicios básicos, pero tiene 'mansiones'

Las autoridades brasileñas empiezan a tomar medidas para mejorar la situación sanitaria en Rocinha, la favela más emblemática de Río de Janeiro, y planean ocupar más barriadas cariocas.

Tras ocupar Rocinha sin encontrar la más mínima resistencia armada de los narcos que antes controlaban la zona, la Policía Militarizada será sustituida próximamente por las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) que ya se han instalado en varias favelas para establecer el orden y la tranquilidad en sus laberintos de pobreza.

El objetivo principal de las autoridades ahora es garantizar el acceso de los casi 72.500 habitantes de Rocinha a los servicios de saneamiento básicos. Se planea también mejorar el servicio de recolección de basura y llevar agua corriente y electricidad a la favela que ocupa 95 hectáreas en una zona estratégica cerca de los barrios más acomodados de la ciudad y de áreas turísticas relacionadas con la Copa del Mundo de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.

Irónicamente, frente a esta situación, entre las barracas de Rocinha, la Policía encontró viviendas de varios de los jefes del narcotráfico que sorprenden por su lujo extremo en el interior, con aire acondicionado y piscinas, mientras que en el exterior no se diferencian de otras casas del cerro.

Los dueños de estas 'mansiones camufladas' supuestamente se esconden ahora en el Complejo da Maré, que incluye 16 barriadas habitadas por 130.000 personas, cerca del aeropuerto internacional de Río de Janeiro y de la ruta a São Paulo. Según la prensa local, el Complejo podría ser el próximo objetivo de la Policía brasileña. Para el año 2014 antes del Mundial, se planea instalar 21 UPP más en distintos barrios pobres de la ciudad.

Por otro lado, con la mejora de las condiciones de vida y la seguridad en otras favelas controladas por las UPP, se está dando también un crecimiento de los precios inmobiliarios en estos barrios.