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La eurozona, examinada con lupa en la cumbre del G-20
La cumbre del G-20 tiene lugar en un momento en el que Europa está en la cuerda floja con la profunda crisis económica, por lo que precisamente la crisis europea y los problemas de la economía mundial centrarán la agenda de la cumbre que se celebra en México.
Este 18 y 19 de junio el país latinoamericano se convertirá en la capital económica y política del mundo. El grupo de los 20 se reunirá en el balneario mexicano de Los Cabos, en la costa del Pacífico, para intentar encontrar soluciones a los problemas más importantes de la actualidad.
Desde el último encuentro del G-20, que tuvo lugar en Cannes en noviembre de 2011, la situación en la eurozona ha empeorado. No solo por la inestabilidad política en Grecia, sino también por la crisis de la banca española y las diferencias en los puntos de vista de Francia y Alemania, que hasta hace poco parecían un bloque unido. Las discrepancias se han hecho evidentes después de que la canciller alemana Angela Merkel expresara este viernes su oposición a una tesis defendida por el presidente francés, François Hollande, respecto a la manera de salir de la crisis en la eurozona. En una conferencia telefónica Merkel y Hollande han confirmado que darán prioridad a la discusión sobre las medidas de crecimiento económico en la cumbre del G-20.
El presidente mexicano y anfitrión de la cumbre recordó que el objetivo de los encuentros en Los Cabos es reforzar el apoyo a Europa. La primera prioridad del país anfitrión es finalizar los compromisos de los miembros del G-20 con el objetivo de dotar fondos al Fondo Monetario Internacional para que pueda actuar mejor en casos de graves crisis económicas, aseguró Calderón. "Quiero ver palabras y promesas que estén orientadas a una nueva Europa más fuerte, una Europa del siglo XXI", declaró el mandatario mexicano.
En abril de este año los países del G-20 prometieron al menos 430.000 millones de dólares en recursos al FMI para incrementar su fortaleza. "Estimo que puede ser una capitalización mayor" que la que fue acordada en abril en Cannes, aseveró Felipe Calderón y agregó que era lamentable que Estados Unidos y Canadá no quieran aportar más dinero.
En el marco de la cumbre tendrá lugar una reunión de los países BRICS que intentarán formar una postura única sobre los temas del G-20.
Otros temas que abordarán los mandatarios será el conflicto sirio, el programa nuclear iraní y la cuestión del escudo antimisiles, que ya lleva tiempo en punto muerto porque Moscú no ha podido recibir garantías jurídicas de Washington de que su escudo antimisiles en Europa no se dirigirá contra Rusia.
Vladímir Putin se reunirá también con el presidente de México, Felipe Calderón, y con la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, para tratar las relaciones bilaterales.
En vísperas de esta reunión, Vladímir Putin expresó en un artículo publicado en el mayor periódico mexicano que el Grupo de los Veinte no debe convertirse en un club elitista más, sino asegurar el desarrollo económico sostenible del mundo.
El Grupo de los Veinte representa el 80% de la economía y de los comercios mundiales, por eso en la cumbre de Los Cabos el anfitrión intentará demostrar que el G-20 podrá no solo enfrentar la crisis económica, sino también empezar a construir un futuro mejor.
Desde el último encuentro del G-20, que tuvo lugar en Cannes en noviembre de 2011, la situación en la eurozona ha empeorado. No solo por la inestabilidad política en Grecia, sino también por la crisis de la banca española y las diferencias en los puntos de vista de Francia y Alemania, que hasta hace poco parecían un bloque unido. Las discrepancias se han hecho evidentes después de que la canciller alemana Angela Merkel expresara este viernes su oposición a una tesis defendida por el presidente francés, François Hollande, respecto a la manera de salir de la crisis en la eurozona. En una conferencia telefónica Merkel y Hollande han confirmado que darán prioridad a la discusión sobre las medidas de crecimiento económico en la cumbre del G-20.
Cuestión monetaria
El presidente mexicano y anfitrión de la cumbre recordó que el objetivo de los encuentros en Los Cabos es reforzar el apoyo a Europa. La primera prioridad del país anfitrión es finalizar los compromisos de los miembros del G-20 con el objetivo de dotar fondos al Fondo Monetario Internacional para que pueda actuar mejor en casos de graves crisis económicas, aseguró Calderón. "Quiero ver palabras y promesas que estén orientadas a una nueva Europa más fuerte, una Europa del siglo XXI", declaró el mandatario mexicano.
En abril de este año los países del G-20 prometieron al menos 430.000 millones de dólares en recursos al FMI para incrementar su fortaleza. "Estimo que puede ser una capitalización mayor" que la que fue acordada en abril en Cannes, aseveró Felipe Calderón y agregó que era lamentable que Estados Unidos y Canadá no quieran aportar más dinero.
En el marco de la cumbre tendrá lugar una reunión de los países BRICS que intentarán formar una postura única sobre los temas del G-20.
Los planes de Vladímir Putin en la cumbre del G-20
Por su parte el presidente ruso, Vladímir Putin, aprovechará esta cumbre para reunirse con su homólogo estadounidense, Barack Obama. Se trata del primer encuentro de los líderes desde que Putin se convirtió de nuevo en presidente de Rusia. La reunión durará una hora y media y los mandatarios hablarán del desarrollo de las relaciones bilaterales entre Rusia y EE. UU., algo que interesa no solo a ambos, sino también al resto del mundo.Otros temas que abordarán los mandatarios será el conflicto sirio, el programa nuclear iraní y la cuestión del escudo antimisiles, que ya lleva tiempo en punto muerto porque Moscú no ha podido recibir garantías jurídicas de Washington de que su escudo antimisiles en Europa no se dirigirá contra Rusia.
Vladímir Putin se reunirá también con el presidente de México, Felipe Calderón, y con la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, para tratar las relaciones bilaterales.
En vísperas de esta reunión, Vladímir Putin expresó en un artículo publicado en el mayor periódico mexicano que el Grupo de los Veinte no debe convertirse en un club elitista más, sino asegurar el desarrollo económico sostenible del mundo.
El Grupo de los Veinte representa el 80% de la economía y de los comercios mundiales, por eso en la cumbre de Los Cabos el anfitrión intentará demostrar que el G-20 podrá no solo enfrentar la crisis económica, sino también empezar a construir un futuro mejor.
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