Rusia aboga por el regreso a Siria de los observadores de la ONU

"Si se trata de salvar las vidas de la población, es necesario que detengan el derramamiento de sangre tanto el Gobierno como la oposición —dijo el ministro—. Esto requiere el retorno de los observadores de la ONU y el aumento de su número, y luego empezar las negociaciones".

Lavrov también afirmó que Rusia no apoyará la idea de la dimisión de Bashar al Assad.


"Muchos dicen estar decididos a cumplir con el Acuerdo de Ginebra, para lo cual el presidente sirio Bashar al-Assad debe dimitir. Nunca vamos a apoyar esta posición", subrayó Lavrov, y agregó que "ningún político responsable puede aceptar este camino".

El jefe de la diplomacia rusa declaró también  que cerca de 50 misiles Stinger suministrados desde el extranjero, se encuentran en Siria. Estas declaraciones surgieron tras reunirse este martes con su homólogo jordano, Nasser Judeh.

Lavrov dijo además que Rusia no planea firmar nuevos contratos de suministro de armamento con Siria una vez haya cumplido las obligaciones contraídas en unos contratos antiguos.

El posible uso de armas químicas también fue parte de las declaraciones de Lavrov, quien aseguró que Rusia cree que el régimen del presidente al Assad no utilizará este tipo de armamento contra la oposición. "Yo descarto el uso de armas químicas por parte del régimen", dijo el canciller ruso.