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Siria sin Al Assad será un caos, según activistas por la paz
El futuro de Siria tras la eventual caída del régimen de Bashar al Assad será caótico, según reconocen opositores y activistas por la paz que predicen una intensa lucha política interna, conflictos religiosos y discrepancias con Israel y Occidente.
Mientras los choques entre rebeldes armados y fuerzas gubernamentales avanzan por Siria provocando una escalada de víctimas mortales y desastres humanitarios, algunos activistas opositores están siendo consultados por países occidentales para preparar formas de transición pacífica en caso de que lleguen al poder. Sin embargo, sus pronósticos tampoco son positivos.
“Si conjeturamos que el régimen colapsa pronto, tenemos que reconocer que veremos un periodo de competición política bastante intensa”, según opina Steven Heydemann, jefe de un programa para Siria del Instituto de la Paz de EE.UU., citado por el periódico 'The Washington Post'.
Explica que las colaboraciones con activistas opositores sirios son más bien “esfuerzos para evitar lo peor y no para desarrollar estructuras ideales que permitan a Siria pasar inmediatamente y sin problemas a una democracia popular parlamentaria”. “Será algo caótico”, predice Heydemann.
Por otro lado, para mantenerse en el poder la oposición podría buscar a algún enemigo externo, y probablemente será Israel, apoyado por Occidente. En este caso “los sirios empezarán a ver a la comunidad internacional como adversario”, considera el activista sirio residente en Turquía Rami Nakhla, colaborador del Instituto de la Paz.
Aun siendo ferviente opositor a Al Assad, Nakhla reconoce que actualmente el Ejército Libre Sirio no recibe apoyo oficial internacional ya que entre sus miembros hay “sectarios” y algunos miembros “son tachados de terroristas”. En estas condiciones “ningún país occidental se arriesgará a colaborar con ellos”, agrega.
En su reciente visita a Damasco, el enviado especial de la ONU, Lajdar Brahimi, se reunió tanto con el CCN como con Bashar al Assad. Según fuentes diplomáticas, el objetivo de Brahimi es presentar un proyecto para la creación de un ejecutivo transitorio que estipula que Al Asad continúe en el poder hasta la segunda mitad de 2013 pero no se presente a las elecciones presidenciales, previstas para el año 2014.
“Si conjeturamos que el régimen colapsa pronto, tenemos que reconocer que veremos un periodo de competición política bastante intensa”, según opina Steven Heydemann, jefe de un programa para Siria del Instituto de la Paz de EE.UU., citado por el periódico 'The Washington Post'.
Será algo caótico.”
Explica que las colaboraciones con activistas opositores sirios son más bien “esfuerzos para evitar lo peor y no para desarrollar estructuras ideales que permitan a Siria pasar inmediatamente y sin problemas a una democracia popular parlamentaria”. “Será algo caótico”, predice Heydemann.
Por otro lado, para mantenerse en el poder la oposición podría buscar a algún enemigo externo, y probablemente será Israel, apoyado por Occidente. En este caso “los sirios empezarán a ver a la comunidad internacional como adversario”, considera el activista sirio residente en Turquía Rami Nakhla, colaborador del Instituto de la Paz.
Aun siendo ferviente opositor a Al Assad, Nakhla reconoce que actualmente el Ejército Libre Sirio no recibe apoyo oficial internacional ya que entre sus miembros hay “sectarios” y algunos miembros “son tachados de terroristas”. En estas condiciones “ningún país occidental se arriesgará a colaborar con ellos”, agrega.
Los sirios empezarán a ver a la comunidad internacional como adversario.”Por su parte, el presidente del opositor Consejo de Coordinación Nacional (CCN), Hasan Abdelazim, anunció que la solución de la crisis “no está solo en manos de los sirios, hay mucha partes involucradas y es un asunto internacional”.
En su reciente visita a Damasco, el enviado especial de la ONU, Lajdar Brahimi, se reunió tanto con el CCN como con Bashar al Assad. Según fuentes diplomáticas, el objetivo de Brahimi es presentar un proyecto para la creación de un ejecutivo transitorio que estipula que Al Asad continúe en el poder hasta la segunda mitad de 2013 pero no se presente a las elecciones presidenciales, previstas para el año 2014.
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