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Nueva etapa de la oposición siria: acusaciones recíprocas y eliminación mutua
Además de la lucha contra el Gobierno de Bashar Al Assad, el Ejército Libre Sirio tiene otra preocupación últimamente. Sus integrantes son asesinados o sobornados por el frente Al Nusra, vinculado a Al Qaeda.
El conflicto en Siria parece entrar en una nueva etapa: las acusaciones mutuas de traición y relaciones con el régimen, y la eliminación de unos a otros en el mismo seno de la oposición. Según un medio árabe, la formación Al Nusra, relacionada con Al Qaeda, ha asesinado a integrantes del Ejército Libre Sirio.
En opinión de algunos expertos, estas muertes entre los detractores del presidente Al Assad pueden deberse a unas razones muy comunes.
Los que luchan en las filas del Ejército Libre Sirio no son el único blanco del ataque de Al Nusra, también amenaza a sus familias, algo que explica por qué los combatientes de la oposición no se atreven a denunciar estos casos.
Sin embargo, la actividad de Al Nusra va más allá de las intimidaciones. Algunas fuentes detallan que esta incluye tentativas de cerrar pactos políticos y militares con diferentes partes, entre ellas, las autoridades. Y cuando estas artimañas no funcionan, la formación hace uso de un método que raramente falla: el soborno.
"Al Nusra, por poner un ejemplo, está muy bien financiado, ello marca la diferencia. No sabemos de dónde proviene este dinero. Pero son fondos muy cuantiosos. El frente cuenta también con mucho armamento", comentó a RT un miembro del Ejercito Libre Sirio.
Unos recursos que provocan preguntas sobre su origen. Parece ser que la mera declaración de derrocar a Assad como principal objetivo puede servir de motivo para recibir apoyo de Occidente. La Unión Europea ha dejado clara su postura con la no prolongación del embargo de suministro de armas a los rebeldes sirios, aunque de hecho la asistencia militar al bando opositor ya es una realidad.
"Estamos comerciando, estamos ayudando, prestamos apoyo no letal como vehículos a la auténtica oposición siria y tratamos de prestarles asistencia porque, al fin y al cabo, ellos están tratando de defender a su comunidad de ataques espeluznantes", reveló el primer ministro del Reino Unido, David Cameron.
Esta postura la comparte Estados Unidos. Hace poco Barack Obama autorizó el envío de armamento a los insurgentes. Ante esta dudosa unanimidad, se alzan voces que llaman a considerar en qué manos podrían acabar los recursos militares.
"En torno a los suministros de armas al Gobierno de Assad y a los que tienen sus manos manchadas de sangre de niños y mujeres. Creo que no van a negar que ambas partes tienen sangre en sus manos. Y siempre surge la pregunta: ¿Quién tiene la culpa? No creo que valga la pena apoyar a personas que no solo asesinan a sus enemigos, sino que también destripan sus cadáveres y se comen sus órganos delante de todo el mundo. ¿Quieren apoyar a estas personas? ¿Quieren suministrarles armas?", declaró el presidente ruso, Vladímir Putin.
Casos de canibalismo, niños con fusiles, decenas de miles de refugiados... dramáticos episodios de lo que empezó como una faceta más de la primavera árabe. En este callejón sin salida podría reaparecer la esperanza, si da resultado el diálogo en la segunda Conferencia de Ginebra. Y es que lo que está en juego es mucho. Si no se logra la paz, a largo plazo podríamos encontrar en el mapa mundial un país más convertido en escombros y ruinas.
En opinión de algunos expertos, estas muertes entre los detractores del presidente Al Assad pueden deberse a unas razones muy comunes.
Los que luchan en las filas del Ejército Libre Sirio no son el único blanco del ataque de Al Nusra, también amenaza a sus familias, algo que explica por qué los combatientes de la oposición no se atreven a denunciar estos casos.
Sin embargo, la actividad de Al Nusra va más allá de las intimidaciones. Algunas fuentes detallan que esta incluye tentativas de cerrar pactos políticos y militares con diferentes partes, entre ellas, las autoridades. Y cuando estas artimañas no funcionan, la formación hace uso de un método que raramente falla: el soborno.
"Al Nusra, por poner un ejemplo, está muy bien financiado, ello marca la diferencia. No sabemos de dónde proviene este dinero. Pero son fondos muy cuantiosos. El frente cuenta también con mucho armamento", comentó a RT un miembro del Ejercito Libre Sirio.
Unos recursos que provocan preguntas sobre su origen. Parece ser que la mera declaración de derrocar a Assad como principal objetivo puede servir de motivo para recibir apoyo de Occidente. La Unión Europea ha dejado clara su postura con la no prolongación del embargo de suministro de armas a los rebeldes sirios, aunque de hecho la asistencia militar al bando opositor ya es una realidad.
"Estamos comerciando, estamos ayudando, prestamos apoyo no letal como vehículos a la auténtica oposición siria y tratamos de prestarles asistencia porque, al fin y al cabo, ellos están tratando de defender a su comunidad de ataques espeluznantes", reveló el primer ministro del Reino Unido, David Cameron.
Esta postura la comparte Estados Unidos. Hace poco Barack Obama autorizó el envío de armamento a los insurgentes. Ante esta dudosa unanimidad, se alzan voces que llaman a considerar en qué manos podrían acabar los recursos militares.
"En torno a los suministros de armas al Gobierno de Assad y a los que tienen sus manos manchadas de sangre de niños y mujeres. Creo que no van a negar que ambas partes tienen sangre en sus manos. Y siempre surge la pregunta: ¿Quién tiene la culpa? No creo que valga la pena apoyar a personas que no solo asesinan a sus enemigos, sino que también destripan sus cadáveres y se comen sus órganos delante de todo el mundo. ¿Quieren apoyar a estas personas? ¿Quieren suministrarles armas?", declaró el presidente ruso, Vladímir Putin.
Casos de canibalismo, niños con fusiles, decenas de miles de refugiados... dramáticos episodios de lo que empezó como una faceta más de la primavera árabe. En este callejón sin salida podría reaparecer la esperanza, si da resultado el diálogo en la segunda Conferencia de Ginebra. Y es que lo que está en juego es mucho. Si no se logra la paz, a largo plazo podríamos encontrar en el mapa mundial un país más convertido en escombros y ruinas.
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