A primera vista pareciera que la economía europea se está recuperando: los índices bursátiles crecen mientras que los precios de petróleo bajos, el euro barato y la flexibilización cuantitativa del Banco Central Europeo prometen un mayor crecimiento. Sin embargo, la recuperación de la eurozona es menor de lo que parece y además, será de corta duración, asegura el exasesor económico de la Comisión Europea, Philippe Legrain.
En su nuevo artículo el experto destaca que la reducción de los precios del crudo ya no tiene su efecto positivo, porque su costo en euros creció debido a la devaluación de esa moneda los últimos meses. Por otro lado, la flexibilización cuantitativa "no alentó demasiado a los consumidores a gastar y a las empresas a invertir".
Al mismo tiempo, es erróneo decir que una cierta recuperación en España e Irlanda está relacionada con las reformas propuestas por Bruselas. En realidad, la mejora en España coincide con el ablandamiento de las medidas de austeridad que entraron en vigor en 2011.
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En general, el PIB de España todavía es de un 5,7% menor que antes de la crisis, un 24% de los ciudadanos están en el paro y la deuda nacional asciende a un 100% del PIB. En relación a Irlanda, sus índices mejoraron gracias a la recuperación de sus principales mercados de exportación, EE.UU. y el Reino Unido.
Se prevé que la economía de la eurozona mostrará mejores resultados que antes, pero no será una recuperación sostenible sino un aumento a corto plazo, asegura Legrain. Para superar la recesión, Europa tendrá que resolver todavía muchos problemas: reducir la deuda, hacer regresar las inversiones, eliminar las barreras para el negocio y encontrar las maneras de luchar contra el mercantilismo de Alemania, entre otros, concluye el experto.
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