Tesla puede verse obligada a cambiar el sistema eléctrico en su novedoso vehículo
El peso cada vez mayor de los vehículos eléctricos de Tesla Motors es un desafío que los diseñadores han podido convertir en una ventaja tras redistribuirlo entre distintas partes del armazón. El componente más pesado de estos novedosos coches son las bandejas de baterías de ion de litio, que en el Tesla Model 3 han sido colocadas en el fondo del vehículo, lo que aumenta la estabilidad del coche.
Al mismo tiempo, se ha conseguido conferir al auto una mayor maniobrabilidad, más autonomía y un aspecto más atractivo mediante la colocación de más baterías y el cableado entre ellas. Según revela el experto en materias de transporte Matthew DeBord, desde el lanzamiento del proyecto en 2004, Tesla Motors fue aumentando el número de baterías en el corazón eléctrico del coche hasta lograr que el rendimiento conjunto de todas ellas proporcionara al automóvil una autonomía de 320 kilómetros.
"Una solución es aumentar el número de baterías, algo que Tesla ya ha hecho desde que fue fundada, pero esto es un callejón sin salida", opina el analista. Y aconseja al fabricante de vehículos diseñar una nueva batería alimentada con otras sustancias químicas que no sean el litio.
El director ejecutivo de la empresa Everlight Resources, Humberto Caldelas, explicó a 'The Capital Network' que el principal problema es que el litio es un recurso escaso y la demanda ya excede la oferta. El proyecto de Tesla es la mayor causa de una explosión en la demanda del hidróxido de litio a nivel mundial, y los pronósticos auguran un desequilibrio aún mayor entre la oferta y la demanda, puesto que esta sustancia se utiliza no solo en los coches eléctricos, sino en casi todos los dispositivos electrónicos recargables existentes.
Si el fabricante entrega 500.000 coches anualmente hacia el año 2018, tal y como ha declarado, necesitará alrededor de 4.000 millones de baterías individuales cada año. En estas circunstancias el precio del auto no bajaría, sino que, en contra de lo habitual, se dispararía debido al déficit del metal.
Además, químicamente el rendimiento de la reacción de ion de litio no puede ser incrementado respecto a los niveles alcanzados hasta hoy. Mientras tanto, la competencia entre los fabricantes de vehículos eléctricos exigirá pronto que mejoren los parámetros de aceleración u otros y añadir un centenar de pilas no será una solución.