BRIC solicita orden mundial justo y democrático
Al fin de la segunda cumbre del BRIC, Brasil, Rusia, India y China solicitaron un orden mundial más justo y democrático con relación a la controversia en torno al programa nuclear iraní.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva; chino, Hu Jintao; ruso, Dmitri Medvédev e indio, Manmohan Singh, tomaron parte en una reunión de dos horas organizada de urgencia ante la decisión de Jintao de adelantar en un día su retorno a su país a causa del seísmo en China que mató al menos a 760 personas.
Promovida especialmente por el gobierno de Lula da Silva para obtener consenso sobre su propuesta de negociar antes que sancionar y aislar a Teherán, los jefes de Estado de China, Rusia e India, abordaron el tema en reuniones bilaterales y de conjunto.
Las dos potencias nucleares del grupo (Rusia y China) no dieron una respuesta contundente. No figura en sus planes aceptar sin condicionamientos un Irán con poder atómico, que lo coloque como eje de una nueva alianza en Asia Central, con exclusión de los otros actores del continente.
En la jornada, Lula mantuvo reuniones bilaterales con Hu y Singh, además del presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, con quienes discutió sobre las posiciones de cada país con relación a las crecientes presiones internacionales por sanciones a Irán a causa de su programa nuclear, programa que las potencias occidentales sospechan podría apuntar a buscar desarrollar un arma atómica.
No obstante, ante lo apretado de la agenda y la discusión en las reuniones, "los presidentes decidieron no abordar el tema en la plenaria y concentrarse en los temas relativos a gobernanza global", dijo el principal asesor de Lula para asuntos internacionales, Marco Aurélio Garcia.
La cúspide del encuentro fue la firma del primer memorando de cooperación del grupo BRIC. La creación del único sistema interbancario permitirá a las principales potencias emergentes el realizar proyectos conjuntos de millones de dólares.
En un comunicado emitido después de la cumbre en Brasilia, los líderes de Brasil, Rusia, India y China dijeron que una reforma a la distribución de votos en el Banco Mundial daría a los países en desarrollo una mayor influencia si es aprobada en las reuniones del Fondo Monetario Internacional de este mes en Washington.
Además, los miembros del BRIC abogaron por un acuerdo de la paralizada Ronda de Doha de liberalización del comercio mundial en la Organización Mundial del Comercio (OMC), durante una cumbre presidencial en Brasilia en la que se apoyó el ingreso de Moscú en esa institución.
"Coincidimos en la necesidad de una resolución comprensiva y balanceada de la Ronda de Doha [...], de una forma que cumpla con su mandato como 'ronda de desarrollo'", indicaron los mandatarios en su declaración final.
La ronda de Doha, que debe desembocar en una mayor liberalización del comercio internacional reduciendo los derechos de aduana de miles de productos en el mundo, fue lanzada en Qatar en 2001.
Asimismo, reiteraron nuevamente que sus dirigentes "estudiarán la posibilidad de cooperación monetaria", incluyendo acuerdos entre países para comerciar con sus propias monedas.
Los cuatro gigantes emergentes se encuentran muy alejados geográficamente, sin embargo, en la política y la economía son capaces de mantenerse muy cerca. Esta es la gran conclusión a que se llega después de la cumbre del grupo, un foro que confirma la consolidación de este nuevo formato internacional. "El formato del BRIC llega a ser de pleno valor, permite no sólo coordinar nuestros esfuerzos sino tomar decisiones concretas", indicó el presidente ruso Dmitri Medvédev resumiendo los resultados de la cumbre.
Asimismo, los países del BRIC destacaron el papel central del G-20 en la lucha contra las consecuencias negativas de la crisis mundial debido al alto grado de eficacia de este foro internacional, dice una declaración conjunta de los cuatro líderes.
La próxima reunión del grupo BRIC tendrá lugar el año que viene en China.