El futuro económico sigue incierto
El gurú de la crisis, Nouriel Roubini, prevé más depresiones financieras en los próximos diez años y destaca la inconsistencia de las medidas económicas que se han tomado hasta el momento para mitigar sus consecuencias.
Según el economista, que ganó notoriedad por sus acertadas predicciones sobre la recesión global, la economía mundial se enfrentará a "un par de crisis financieras durante los próximos diez años".
A su modo de ver, las reformas financieras para reanimar las economías no van en la dirección correcta y los gobiernos no están haciendo lo suficiente para evitar la situación de estancamiento.
“Fundamentalmente, no ha cambiado nada. Cuando la reforma bancaria pasó por el Congreso de Estados Unidos, en mi opinión era demasiado poco y demasiado tarde”, señaló el experto, en el Simposio Internacional de Mercados de Capital celebrado en Kuala Lumpur, Malasia.
Roubini, conocido como 'Dr. Doom' (literalmente, 'Doctor Perdición') por sus previsiones apocalípticas, asegura que las medidas de apoyo adicional anunciadas por la Reserva Federal de EE. UU. para estimular la economía no ayudarán a un mercado que ya está ahogado por el exceso de liquidez.
"En este entorno de dinero fácil, las burbujas de activos y de crédito están gestándose en algunas partes del mundo, como en los mercados emergentes", señaló.
El problema de Estados Unidos no sería de liquidez en sí, sino más bien de solvencia, de créditos, viviendas empresas y bancos que acumulan reservas por cerca de un billón de dólares, pero las prestan. En estas condiciones, “no creo que las medidas fueran a marcar muchas diferencias”, se despachó Roubini.
Por el contrario, el economista indicó que lo que tiene que hacer la Administración de Barack Obama es atajar el elevado desempleo, quizá bajando los impuestos sobre las rentas del trabajo durante los próximos dos años.
Desde el punto de vista de Roubini, incluso aunque la economía se salvara de un segundo declive, la situación sería complicada. "Estamos en una situación tal, que vamos a tener la sensación de estar en una recesión incluso aunque no estemos en ella. Si los datos económicos dan una sorpresa en el mal sentido, veremos una corrección en la renta variable, un ensanchamiento en los diferenciales de los bonos, y un aumento de la volatilidad y de la aversión al riesgo, que llevarán a un shock de la economía real", vaticina el economista.
En agosto pasado, el destacado economista había predicho un deterioro muy significativo en la economía de EE. UU. y en la situación financiera global. El analista afirmaba que el crecimiento en Estados Unidos va a estar “muy por debajo” del 1% en el tercer trimestre y que las probabilidades de caer en una nueva recesión son del 40%.