Los metales de tierras raras, ¿verdadera piedra en el zapato entre EE.UU. y China?
Por ejemplo, una pantalla plana o una pantalla de TV no pueden ser fabricados sin elementos tales como el indio, esencial para este tipo de tecnología. Por otra parte, hoy en día los coches híbridos -en los que Occidente confía su salvación en términos de dependencia de combustibles- no pueden ser producidos sin la gran mayoría de estos metales.
Esta situación causa fricciones, ya que las economías desarrolladas preservan este estatus solo gracias a la tecnología y sus componentes de innovación. Cualquier tecnología se basa en materias primas, que suelen ser controladas por un país en desarrollo o un país del tercer mundo, y en el caso de los metales de tierras raras este país es China, lo que genera un mito de confrontación, afirman los expertos de la edición kapital-rus.ru
sobre las posibilidades de inversiones de Rusia.
¿China acapara los recursos?
Esta confrontación se manifiesta en la imposicion por parte de China de un embargo sobre los metales, que son los productos de exportación más importantes, violando de esa forma las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Por esta razón, opinan los expertos, se dan todas las premisas para una 'Guerra Fría'.
Los expertos califican la situación de "estrés por los recursos", fenómeno que se produce en condiciones de oferta limitada, demanda creciente, volatilidad de precios, inseguridad de suministros y esfuerzos por parte de un estado pare garantizar el acceso a las materias primas. La concentración de la producción y las reservas en un país son iguales al monopolio a escala global. Las preocupaciones en lo concerniente a China se oyen cada vez con más frecuencia, y habrá muchas declaraciones similares en el futuro, vaticinan los expertos.
Al mismo tiempo, los investigadores del instituto británico Chatham House opinan que será de importancia primordial la demanda de materias primas en las economías en desarrollo, que pueden superar a Occidente en la industria tecnológica, y no la capacidad de EE.UU. para producir estos 19 elementos en su país.