¿El nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es populista o neoliberal? ¿Autoritario o libertario? ¿Transformador o conservador?
Todos lo critican, pero pocos saben lo que realmente está haciendo. Aquí, algo de información para que usted juzgue por sí mismo.
López Obrador rompe todos los estereotipos.
Está a favor del reparto de la riqueza nacional, pero rechaza nuevas expropiaciones. Su Gobierno expande el gasto social, pero se niega a aumentar impuestos.
El nuevo presidente de México se lanza contra los oligarcas y la prensa 'fifí', pero dialoga todos los días con los medios de comunicación y convoca a los grandes empresarios para que colaboren en sus proyectos de infraestructura.
Cuestiona la parcialidad de los órganos autónomos y el derroche del Poder Judicial, pero respeta la institucionalidad democrática.
Defiende la soberanía nacional, pero mantiene tranquilo a Donald Trump.
Tiene una visión aparentemente tradicional de la moralidad cívica, pero promueve la paridad de género y avala la interrupción legal del embarazo y el matrimonio paritario.
¿¡Qué está pasando!?
Tanto los dogmáticos de derecha como los sectarios de izquierda están confundidos y aturdidos.
Quisieran etiquetar a López Obrador para poder desecharlo, desacreditarlo y regresar al pasado.
Mientras, la llamada 'Cuarta Transformación' avanza a partir de acciones y hechos concretos.
Eduardo Medina Mora, Emilio Lozoya, Rosario Robles y Juan Collado, importantes personeros del viejo régimen corrupto, hoy enfrentan procesos judiciales gracias a la renovación de la Secretaría de la Función Pública y la Fiscalía General de la Nación.
La Cofepris, finalmente, está haciendo su trabajo de garantizar la calidad y el abasto de los medicamentos y el SAT ha terminado con la condonación de los impuestos a los grandes contribuyentes.
La Guardia Nacional ya cuenta con 15.000 nuevas reclutas y el Senado de la República ha aprobado una nueva Ley Federal para la Protección y Fomento del Maíz Nativo, que obliga al Estado mexicano a preservar esta semilla frente a los intereses de las grandes corporaciones extranjeras.
En pocas palabras: México se pone de pie y empieza a creer en sí mismo.
Por primera vez en décadas, las instituciones públicas trabajan a favor del interés general.
Un estudio reciente de Transparencia Internacional lo demuestra. Entre 2017, todavía con Enrique Peña Nieto, y 2019, ya con López Obrador, el porcentaje de mexicanos que consideran que el Gobierno está haciendo un buen trabajo en la lucha contra la corrupción subió de 24 % a 61 %. ¡Un salto de 37 puntos!
Hoy, México se encuentra entre los países con mayor confianza ciudadana en la materia en toda América Latina, por encima de Perú, Brasil, Colombia, Panamá, Argentina y Chile.
Más allá de ideologías y etiquetas, de descalificaciones y ataques, se consolida la esperanza ciudadana de, finalmente, consolidar un nuevo régimen de justicia, honestidad y bienestar.