John Cardinalli juró guardar su secreto durante 65 años a partir del final de la Segunda Guerra Mundial. El hombre trabajó para la Oficina de Servicios Estratégicos de EE.UU. (OSS, por sus siglas en inglés), que fue precursora de la CIA, y se encargaba de coordinar el espionaje y recopilar la información de inteligencia tras las líneas enemigas.
En 2008 el FBI y la CIA desclasificaron la misión de Cardinalli, lo que permitió al veterano empezar a escribir un libro sobre su papel en la guerra más sangrienta de la historia bajo el título '65 años de silencio'. Además, este lunes el hombre ha respondido a las preguntas de los usuarios de la web Reddit, con quienes ha compartido su experiencia de agente de EE.UU. en las tropas nazi.
"Empecé a servir en la OSS cuando vi un cartel que decía: 'Se necesitan hombres para trabajos peligrosos con conocimientos del código morse y una lengua extranjera'. Yo sabía italiano perfectamente", cuenta Cardinalli, citado por Bussines Insider. Su misión era recoger la información y hacerla llegar a las tropas aliadas a través del código morse. "Trabajaba en un pequeño equipo que se dividía en grupos de dos personas. Cada grupo tenía su propio nombre y tarea".
Si alguien quiere unirse al Ejército, que vaya a la inteligencia
Por otro lado, Cardinalli compartió con los internautas su experiencia más escalofriante durante la misión. "La Batalla de las Ardenas. Nuestro equipo [estaba] completamente dividido, íbamos por nuestra cuenta, solo con radios para comunicarnos durante dos días", contó. La Batalla de las Ardenas fue una de las últimas ofensivas de la Alemania nazi en Europa y se considera la mayor y más sangrienta batalla de la Segunda Guerra Mundial en la que participaron las tropas norteamericanas.
A pesar de su difícil trabajo, el veterano asegura que nunca perdió el sentido de humor: "Un miembro de mi equipo quería cortarse el pelo y le dije que yo era el mejor peluquero italiano del Ejército. Nunca en mi vida le había cortado el pelo a alguien. Se lo corté y parecía un perro con sarna. Casi me mata", recuerda Cardinalli.
Al final de la conversación el veterano también dio un consejo a los que quieren incorporarse al servicio militar. "Si alguien quiere unirse al Ejercito, que vaya a la inteligencia", afirmó.