Sociedad
Video, Fotos: Protestas por la muerte de una mujer a la que se le negó el aborto en Irlanda
Miles de personas marcharon por las calles de Dublín en protesta por las arcaicas leyes irlandesas sobre el aborto, que llevaron a la muerte de una mujer india cuya vida corría peligro y pidió interrumpir su embarazo.
Se estima que más de 10.000 personas participaron en la manifestación llevada a cabo en la capital irlandesa este sábado. En ella, los congregados demandaron una nueva legislación sobre el aborto en Irlanda, país que cuenta con una de las normativas más restrictivas de la Unión Europea al respecto (quizás la más dura junto con la de Malta) y que ha sido criticada por los tribunales comunitarios.
También en Galway, en la costa oeste del país, un centenar de personas tomaron las calles. Fue precisamente en esta ciudad donde a finales del mes de octubre falleció Savita Halappanavar, de 31 años y embarazada de 17 semanas.
Savita pidió en numerosas ocasiones a los médicos del Hospital Universitario de Galway que interrumpieran su embarazo porque sufría fuertes dolores. Sin embargo, de acuerdo con el testimonio de Praveen Halappanavar, esposo de la fallecida, los doctores se negaron a practicar un aborto porque dijeron que el feto estaba vivo. Ante la insistencia de la paciente, llegaron a recordar a la pareja que Irlanda "es un país católico", dijo el marido de Savita a medios irlandeses.
El aborto en Irlanda es ilegal excepto cuando la vida de la madre corre peligro. No obstante, esta excepción nunca ha sido refrendada por los legisladores e incluida en la Constitución, por lo que queda expuesta a interpretación.
Actualmente las autoridades irlandesas investigan la muerte por septicemia de Savita.
También en Galway, en la costa oeste del país, un centenar de personas tomaron las calles. Fue precisamente en esta ciudad donde a finales del mes de octubre falleció Savita Halappanavar, de 31 años y embarazada de 17 semanas.
Savita pidió en numerosas ocasiones a los médicos del Hospital Universitario de Galway que interrumpieran su embarazo porque sufría fuertes dolores. Sin embargo, de acuerdo con el testimonio de Praveen Halappanavar, esposo de la fallecida, los doctores se negaron a practicar un aborto porque dijeron que el feto estaba vivo. Ante la insistencia de la paciente, llegaron a recordar a la pareja que Irlanda "es un país católico", dijo el marido de Savita a medios irlandeses.
El aborto en Irlanda es ilegal excepto cuando la vida de la madre corre peligro. No obstante, esta excepción nunca ha sido refrendada por los legisladores e incluida en la Constitución, por lo que queda expuesta a interpretación.
Actualmente las autoridades irlandesas investigan la muerte por septicemia de Savita.
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