Sociedad
Los pesimistas viven más que los optimistas
Los pesimistas viven más que los optimistas, aseguran especialistas de la Universidad de Erlangen-Núremberg (Alemania), basándose en el estudio que realizaron durante 10 años sobre 40.000 personas de entre 18 y 96 años de edad.
"Nuestra investigación mostró que los riesgos de sufrir una discapacidad o muerte prematura son más altos para los optimistas. El pesimismo sobre el futuro impulsa a la gente a cuidar bien de su salud y seguridad", comentó uno de los autores del estudio, Frieder Lang.
En la investigación participaron voluntarios que fueron divididos en 3 grupos por edad: entre 18 y 39 años de edad, entre 40 y 64 y gente mayor de 65. Al inicio del estudio les pidieron evaluar si están contentos con su vida y hacer pronósticos sobre su futuro, para continuar con las mismas preguntas a lo largo de los próximos años.
Los científicos volvieron a descubrir una tendencia general: la gente joven en su mayoría suele sobrestimar sus perspectivas, mientras que el grupo de entre 40 y 64 años tiene unas expectativas que finalmente resultan más cercanas a la realidad. Las personas mayores de 65 años de edad, en cambio, son bastante pesimistas acerca de su futuro.
Lo curioso de los resultados fue que los autores de los pronósticos pesimistas al final de la investigación se sentían mucho más satisfechos con su vida de lo que habían predicho hace años. Aparte, los psicólogos lograron calcular que el riesgo de discapacidad en los encuestados que tenían unas expectativas sobrestimadas era un 9,5% más alto, y el riesgo de muerte prematura era un 10% más alto.
En la investigación participaron voluntarios que fueron divididos en 3 grupos por edad: entre 18 y 39 años de edad, entre 40 y 64 y gente mayor de 65. Al inicio del estudio les pidieron evaluar si están contentos con su vida y hacer pronósticos sobre su futuro, para continuar con las mismas preguntas a lo largo de los próximos años.
Los científicos volvieron a descubrir una tendencia general: la gente joven en su mayoría suele sobrestimar sus perspectivas, mientras que el grupo de entre 40 y 64 años tiene unas expectativas que finalmente resultan más cercanas a la realidad. Las personas mayores de 65 años de edad, en cambio, son bastante pesimistas acerca de su futuro.
Lo curioso de los resultados fue que los autores de los pronósticos pesimistas al final de la investigación se sentían mucho más satisfechos con su vida de lo que habían predicho hace años. Aparte, los psicólogos lograron calcular que el riesgo de discapacidad en los encuestados que tenían unas expectativas sobrestimadas era un 9,5% más alto, y el riesgo de muerte prematura era un 10% más alto.
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