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Cómo los espías encubiertos se infiltran en Internet para destruir reputaciones
Agencias occidentales de inteligencia están intentando manipular y controlar los discursos on-line a través de tácticas de engaño y destrucción de reputaciones, denuncia el periodista Glenn Greenwald.
Para cumplir con estos objetivos, el llamado 'Club de los Cinco Ojos' —la alianza integrada por EE.UU., el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda— cuenta con divisiones secretas especiales, detalla Greenwald en el artículo que ha colgado en Intercept, el portal que lanzó este febrero para publicar los documentos filtrados por el excolaborador de la CIA Edward Snowden. Los respectivos equipos consisten en profesionales de muy alto nivel cuya táctica habitual es propagar información falsa, explica el periodista.
La tarea es "inyectar todo tipo de material falso en Internet" y "utilizar tanto las ciencias sociales para manipular el discurso on-line como el activismo para generar los resultados deseados", sostiene Greenwald basándose en el documento clasificado del Grupo de Inteligencia de Investigación de Amenaza Común (JTRIG, por sus siglas en inglés), una subdivisión de la agencia británica de espionaje GCHQ, titulado 'El arte del engaño: entrenamiento para operaciones encubiertas on-line'.
De acuerdo con el documento, los mecanismos que se usan para descreditar un objetivo incluyen "operaciones de bandera falsa" (publicar materiales que se atribuyan falsamente al objetivo), publicaciones en el blog de una víctima falsa (escribir en nombre de una supuesta víctima del objetivo para difundir información falsa) y publicar todo tipo de "informaciones negativas" siempre que sea pertinente. Las tácticas más directas consisten en montar la llamada 'trampa de miel' (usando el sexo para llevar a los blancos a situaciones comprometedoras) o infiltrarse en los perfiles del objetivo en las redes sociales y enviar mensajes electrónicos o de texto en su nombre a sus familiares, amigos y colegas. Para descreditar una empresa, GCHQ podría filtrar información confidencial a empresas rivales o a la prensa a través de blogs o publicándola en foros, lo que interrumpiría sus contratos y arruinaría sus relaciones comerciales.
"No es difícil ver lo peligroso que es que las agencias gubernamentales puedan 'perseguir' a cualquier individuo que quieran con este tipo de tácticas en Internet, basadas en el engaño para destruir la reputación de personas contra las que nunca han presentado cargos y contra las que no han sido condenadas por ningún delito. Estas agencias de espionaje se han investido del poder de arruinar deliberadamente la reputación de las personas y alterar su actividad política on-line a pesar de que no han sido acusados de ningún delito, a pesar de que sus acciones no tienen ninguna conexión concebible con el terrorismo o amenazas a la seguridad nacional", destaca Greenwald.
En sus comentarios para Intercept, GCHQ insistió en que sus métodos son perfectamente legales. "Es una política de siempre que no comentamos material de inteligencia. Todo el trabajo de GCHQ se lleva a cabo de acuerdo con un estricto marco jurídico y normativo que garantiza que nuestras actividades están autorizadas, soy necesarias y proporcionadas y que existe una supervisión rigurosa, incluso por parte de la Secretaría de Estado, los comisionados de Interceptación y los Servicios de Inteligencia y del Comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamento. Todos nuestros procesos operativos apoyan rigurosamente esta posición", comunicó.
La tarea es "inyectar todo tipo de material falso en Internet" y "utilizar tanto las ciencias sociales para manipular el discurso on-line como el activismo para generar los resultados deseados", sostiene Greenwald basándose en el documento clasificado del Grupo de Inteligencia de Investigación de Amenaza Común (JTRIG, por sus siglas en inglés), una subdivisión de la agencia británica de espionaje GCHQ, titulado 'El arte del engaño: entrenamiento para operaciones encubiertas on-line'.
De acuerdo con el documento, los mecanismos que se usan para descreditar un objetivo incluyen "operaciones de bandera falsa" (publicar materiales que se atribuyan falsamente al objetivo), publicaciones en el blog de una víctima falsa (escribir en nombre de una supuesta víctima del objetivo para difundir información falsa) y publicar todo tipo de "informaciones negativas" siempre que sea pertinente. Las tácticas más directas consisten en montar la llamada 'trampa de miel' (usando el sexo para llevar a los blancos a situaciones comprometedoras) o infiltrarse en los perfiles del objetivo en las redes sociales y enviar mensajes electrónicos o de texto en su nombre a sus familiares, amigos y colegas. Para descreditar una empresa, GCHQ podría filtrar información confidencial a empresas rivales o a la prensa a través de blogs o publicándola en foros, lo que interrumpiría sus contratos y arruinaría sus relaciones comerciales.
"No es difícil ver lo peligroso que es que las agencias gubernamentales puedan 'perseguir' a cualquier individuo que quieran con este tipo de tácticas en Internet, basadas en el engaño para destruir la reputación de personas contra las que nunca han presentado cargos y contra las que no han sido condenadas por ningún delito. Estas agencias de espionaje se han investido del poder de arruinar deliberadamente la reputación de las personas y alterar su actividad política on-line a pesar de que no han sido acusados de ningún delito, a pesar de que sus acciones no tienen ninguna conexión concebible con el terrorismo o amenazas a la seguridad nacional", destaca Greenwald.
En sus comentarios para Intercept, GCHQ insistió en que sus métodos son perfectamente legales. "Es una política de siempre que no comentamos material de inteligencia. Todo el trabajo de GCHQ se lleva a cabo de acuerdo con un estricto marco jurídico y normativo que garantiza que nuestras actividades están autorizadas, soy necesarias y proporcionadas y que existe una supervisión rigurosa, incluso por parte de la Secretaría de Estado, los comisionados de Interceptación y los Servicios de Inteligencia y del Comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamento. Todos nuestros procesos operativos apoyan rigurosamente esta posición", comunicó.
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