Buques clase Mistral
Lanzamiento del proyecto: 2002
Cantidad total de buques construidos: 5
Buques en construcción: 0
Dimensiones exteriores: 199 metros de eslora por 32 metros de manga, con un calado de 6,2 metros y una altura total (de la quilla a las antenas) de 70,5 metros.
Desplazamiento a plena carga: 21.300 metros cúbicos
Velocidad máxima: 18,8 nudos
Autonomía en navegación: hasta 30 días
Coste promedio de una unidad: entre 294 y 420 millones de euros
Misión:
Las siglas en francés de esta clase, BPC ('buques de proyección y mando' en castellano), dan a entender que este tipo de buques de guerra fue diseñado específicamente para servir de barco insignia a una flotilla o una armada entera. El diseño básico incluye espacio para albergar un estado mayor para que el navío pueda servir de cuartel general para una operación naval o de desembarco. Sin embargo, en Rusia tuvo más demanda una cubierta muy vasta que facilita el despegue casi simultáneo de 16 helicópteros militares. Es por eso que el primer Mistral pedido por el Ministerio de Defensa ruso figura como portahelicópteros tanto en la prensa como en los documentos oficiales.
Cada Mistral puede llevar entre 2 y 4 lanchas de desembarco, en función de su tipo, hasta 70 carros de combate y vehículos blindados, o un batallón de caballería acorazada y dos compañías de infantería mecanizada. Estos buques normalmente están equipados con un hospital con 69 camas.
Historia:
Tres buques clase Mistral fueron construidos para la Armada de Francia y están actualmente en servicio. Son el Mistral, el Tonnerre y el Dixmude, botados respectivamente en 2004, 2005 y 2010 en los astilleros de Saint-Nazaire, una ciudad portuaria del departamento del Loira-Atlántico. Su desplazamiento los convierte en los tres mayores navíos de la fuerza naval francesa después del portaaviones Charles-de-Gaulle.
El cuarto y el quinto fueron contratados por la Armada de Rusia en junio de 2011. Las popas de ambos buques, bautizados como Vladivostok y Sebastopol, fueron construidas en los Astilleros del Báltico, que están situados en San Petersburgo. Aquella misma empresa planeó a continuación elaborar para la Armada rusa otros dos buques de asalto anfibios de la misma clase bajo licencia francesa, pero esos planes fueron posteriormente cancelados.
El portahelicópteros Vladivostok fue botado en octubre de 2013 y su estructura superior fue rematada en los diez meses posteriores. En septiembre de 2014 el buque realizó su única navegación de prueba en alta mar con tripulación rusa y un mes más tarde estaba listo para ser entregado a las autoridades de Moscú.
El otro portahelicópteros de la serie, el Sebastopol, calificado en Rusia de buque de asalto anfibio multiuso, fue botado en noviembre de 2014 y acabado en marzo de 2015. Todos sus sistemas de manejo, mando y comunicación, al igual que los del Vladivostok, fueron adoptados a las especificaciones rusas.
Influencia del conflicto en Ucrania:
Durante todo el 2014 Estados Unidos y el Reino Unido estuvieron presionando a las autoridades francesas para que suspendieran o cancelaran el suministro de los novedosos navíos a Rusia. Estas voces surgieron en plena crisis de Ucrania, inducida por la política de Occidente respecto a Kiev, y se apuntalaron después de que la población de la península de Crimea votara en un referéndum a favor de la reunificación con Rusia.
Ante esta presión, en primer lugar Francia postergó sine díe el cumplimiento del acuerdo. El presidente galo, François Hollande, declaró en varias ocasiones que "la situación en Ucrania todavía no permite la entrega". Finalmente, el 24 de abril de 2015 el mandatario francés se manifestó a favor de romper definitivamente el contrato y se mostró dispuesto a devolverle a Rusia los adelantos pagados. El mandatario designó a un negociador especial que propuso sucesivamente varias condiciones distintas de cancelación del suministro.
El 5 de agosto del mismo año el Gobierno francés transfirió íntegramente a Rusia la cantidad abonada en concepto de anticipo por la construcción de los dos buques Mistral. Ello fue posible después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, prometiera a su par francés en una conversación telefónica que no se impondrán a Francia las compensaciones y multas que contemplaba el acuerdo de 2011 para el caso de su incumplimiento.
Una vez que haya devuelto el equipamiento que enviaron los militares rusos para ser instalado en los buques, señalaron en el Kremlin, Francia "adquirirá el derecho de propiedad y podrá disponer de los dos buques". "Moscú cree que el asunto de los buques Mistral está solucionado", agregó un comunicado oficial.
A su vez, el Gobierno de Francia se hizo cargo de la busca de compradores alternativos para los dos buques no entregados.
La cancelación del contrato no afectó tanto al programa de armamentos ruso como a los trabajadores de los astilleros franceses, que afrontan importantes despidos, y también al prestigio de Francia en el mundo. El caso Mistral puso también en peligro un acuerdo entre Francia y la India por un monto de 22.000 millones de dólares.
La líder del Frente Nacional de Francia, Marine Le Pen, afirmó que su Gobierno actuó en el caso de los buques Mistral "al dictado de la diplomacia estadounidense" y que no suministrar los buques construidos "tendrá graves consecuencias para la reputación de Francia y afectará la imagen de París en materia de comercio". El expresidente Nicolas Sarkozy también condenó la "lamentable" actitud de su sucesor en el asunto de los Mistral y la atribuyó a la presión ejercida por EE.UU.