El Consejo de Ministros de Finanzas de la eurozona se reunió en Bruselas este sábado en una sesión extraordinaria para tratar de llegar a un acuerdo entre Atenas y los acreedores de su deuda, señala AP.
Sin embargo, la situación se complicó debido a que horas antes de la reunión el primer ministro griego, Alexis Tsipras, anunció la realización de un referéndum para el próximo 5 de julio, en el que los griegos deberán decidir si aceptan las condiciones de los acreedores.
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"Futuras negociaciones con Grecia sobre el programa de rescate no son posibles", dijo luego de la reunión del Eurogrupo su presidente, Jeroen Dijsselbloem.
La decisión de Atenas de convocar un referéndum sobre las últimas propuestas de sus acreedores y hacer campaña a favor de rechazarlas es una "triste decisión" que cierra la puerta a seguir las negociaciones, comentó Dijsselbloem.
Grecia ha estado llevando a cabo negociaciones con sus acreedores para reestructurar una deuda de más de 240.000 millones de euros. Si antes de este 30 de junio las partes no logran acercar sus posturas y concertar un acuerdo, Atenas podría entrar en suspensión de pagos al no poder hacer frente a un desembolso de 1.600 millones de euros al FMI.
Grecia contraataca
"Las propuestas de los acreedores eran técnicamente inadecuadas", dijo por su parte el ministro de griego de Finanzas, Yanis Varoufakis.
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"Si en el referéndum el pueblo griego vota a favor de que lleguemos a un acuerdo con los acreedores basándose en sus condiciones, lo haremos", dijo el ministro.
No obstante, "el rechazo de nuestros socios a aceptar la prórroga de esta ayuda hasta la fecha del referéndum va a dañar de forma permanente, diría que definitiva, la imagen del Eurogrupo como institución democrática ante los griegos", agregó.
Asimismo, Varoufakis adelantó que "en caso de que hasta el 30 de junio se llegue a un acuerdo con los acreedores, el Gobierno llamará a la población a votar en el referéndum por el 'sí'".