El mar de Barents es el foco del espionaje por EE.UU. y su 'socio de ensueño'
Los principales medios de Noruega ofrecen una imagen agresiva de Rusia en diversos ámbitos, desde la cobertura de las crisis siria y ucraniana hasta la serie de televisión 'Okkupert' ('Ocupados'), que narra la 'ocupación blanda' del país escandinavo por tropas rusas.
Esta situación se confirmó hace un mes, cuando en Noruega saltaron las alarmas a raíz de la proximidad del barco oceanográfico ruso Yantar a las islas Lofoten. Aunque este buque no violó ninguna norma internacional de navegación, en los medios locales se especuló con que la nave podría sabotear los cables de comunicación subacuáticos.
Anteriormente, el portal Local había desvelado que en 2017 el país comprará a Estados Unidos 52 cazas de quinta generación F-35 por valor de 10.000 millones de dólares como consecuencia de la "amenaza rusa" y el ministro de Defensa noruego, Ine Eriksen Soreide, declaró a Reuters que Oslo temía que Rusia realizara una "demostración de fuerza" en los países bálticos, que podría derivar en un conflicto.
"¿Se trata de un pretexto para contrarrestar la denominada 'preocupación' de Rusia por la posible agresión fruto de la concentración de tropas de la OTAN cerca de sus fronteras rusas? ¿El liderazgo del Gobierno de Noruega está pensando en los intereses del país? ¿Los medios noruegos son objetivos e incontrolables?", se preguna la agencia Regnum.
Espionaje
Los documentos de la NSA filtrados por Edward Snowden describen a Noruega como un "socio de ensueño" para los servicios secretos de Estados Unidos.
En el libro 'Base de Espionaje: la historia desconocida de la CIA y la NSA en Noruega' el periodista del medio noruego NRK, Bard Wormdal, analiza el espionaje realizado por este país desde los años 50, que se centró en vigilar lugares rusos y compartir la información con los servicios de inteligencia estadounidenses.
Este periodista argumenta que el mar de Barents es muy importante para EE.UU. desde el punto de vista del espionaje porque colinda con Rusia, con lo cual Washington colabora desde hace años con los servicios secretos de Noruega, su compañero de la OTAN.
El autor insiste en que el país norteamericano patrocinó la construcción y mantenimiento del buque de espionaje Marjata en los años 50 y está equipando otro nuevo con el mismo nombre en la base de la CIA en Camp Peary (Virginia).
Además, Bard Wormdal señala que la estación de radiolocalización estadounidense Globus-2 —ubicada en la isla noruega de Vardo y que, oficialmente, recoge datos espaciales— es capaz de detectar los lanzamientos de misiles intercontinentales rusos y de vigilar la actividad de la Flota del Norte de la Armada de Rusia.