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Donald Trump ha quebrado cuatro negocios y adeuda millones de dólares

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Al lanzar su candidatura, Donald Trump aseguró que sus activos sumaban 9.240 millones de dólares, pero la revista 'Forbes' estimó que la fortuna del magnate era de 4.500 millones.
Donald Trump ha quebrado cuatro negocios y adeuda millones de dólares

El pasado 21 de julio, cuando anunció que pugnaría por la candidatura republicana a la Casa Blanca, Donald Trump presentó a la Comisión Federal Electoral (FEC) un informe financiero en el que aseguraba que poseía cerca de 10.000 millones de dólares. Sin embargo, la revista 'Forbes' reveló que la fortuna del magnate era de 4.500 millones de dólares, que le situaron en el lugar 121.º de los 400 personajes más ricos de Estados Unidos.

Así, cuando lanzó su candidatura, Trump aseguró que sus activos sumaban 9.240 millones de dólares, mientras que sus deudas a largo plazo y a bajos intereses eran de 503 millones de dólares. "Me estoy postulando para ser presidente y valgo mucho más de lo que habéis calculado. Para ser honesto, no me veo bien: tengo mejor pinta si valgo 10.000 millones que si valgo 4.000", declaró a la publicación.

El imperio de Donald Trump está cimentado en el mercado inmobiliario. Comenzó en el mundo de los negocios gracias a su padre, quien le concedió un crédito de un millón de dólares y una herencia aproximada de otros 40 millones. En la campaña electoral, el hoy multimillonario ha asegurado que "he utilizado las leyes de bancarrota de este país para hacer un buen trabajo para mi compañía: para mí, para mis empleados y para mi familia".

Negocios quebrados

Durante su trayectoria empresarial, el candidato republicano ha creado negocios basados en aerolíneas, equipos de fútbol americano, concursos de belleza, bebidas alcohólicas y restaurantes. Sin embargo sus aventuras empresariales no siempre han tenido éxito. Este propietario de hoteles y campos de golf en todo el mundo ha declarado en quiebra cuatro de sus negocios, una de las personas que más han optado por esaa vía en las últimas décadas.

Trump consideró esos procesos de reestructuración bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos como la escapatoria perfecta al decadente negocio de casinos en Atlantic City (Nueva Jersey, EE.UU.). Sin embargo, esas decisiones hicieron perder dinero a muchos individuos, especialmente en 1991, cuando el Trump Taj Mahal casi llegó a arruinar al propio empresario, quien se vio obligado a vender su yate y su aerolínea, limitar sus gastos y ceder participaciones mayoritarias en sus compañías para poder salir del paso. 

A esa quiebra le siguieron otras, como la de Trump Castle Associates un año después, la del Trump Hotel & Casino Resorts en 2004 y la de Trump Entertainment Resorts, en 2009. Estos malos resultados empresariales se suman a las investigaciones del diario 'The New York Times', que concluyen que Wall Street no confía en el candidato pur su mal hacer en ciertos negocios y su tendencia a litigar.

Deudas millonarias

Según los datos presentados ante la CEF, 15 entidades relacionadas con Donald Trump adeudan más de 270 millones de dólares. En 2006, el empresario creó Trump Mortgage en plena crisis hipotecaria, una compañía que solo sobrevivió un año y medio antes de cerrar y recibir una demanda por estafa.

Otro de los fracasos empresariales del representante republicano fue la Universidad Trump, una aventura dentro del mundo educativo que terminó con una demanda del fiscal general de Nueva York por 40 millones de dólares, en la que le acusaban de defraudar a sus estudiantes y de operar un centro docente sin licencia.

Trump siempre ha presumido de lo bien que le ha ido a sus empresas en los peores momentos y asegura que los negocios exitosos se declaran en bancarrota todo el tiempo. Incluso, durante el primer debate con su rival demócrata, Hillary Clinton, afirmó: "Prácticamente, todas las personas sobre las que lees en las portadas de las secciones de negocios han hecho uso de la ley de bancarrota".

Estas declaraciones del magnate contrastan con la valoración que le otorgan analistas especializados como Moody's Analytics, que señalan que, si Donald Trump llegara a ser prsidente de los EE.UU., al final de su mandato habría alrededor de 3,5 millones de empleos menos, la tasa de desempleo del país ascendería del 5 % al 7 %, los ingresos medios por hogar se estancarían y los sectores financieros e inmobiliarios perderían valor en el mercado.

David Ordaz

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