Los correos filtrados de John Podesta, el actual jefe de campaña de la candidata demócrata a la Presidencia de EE.UU., Hillary Clinton, revelan que sus consejeros tenían opiniones muy distintas sobre la estrategia electoral de su candidata para ganar las primarias. En particular, los correos hacen referencia a la postura de Clinton sobre el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés), un polémico tratado promovido por la Administración del presidente Barack Obama pero rechazado por los sindicatos y Bernie Sanders.
En marzo de 2015, la Casa Blanca presionó para que se llevara a cabo una votación del Congreso sobre la llamada Autoridad de Promoción Comercial, una nueva legislación que fomentaría la autoridad presidencial en las negociaciones de acuerdos comerciales. Sin embargo, muchos demócratas mostraron sus reservas, ya que su base electoral tradicional entre los sindicatos estaba en contra del pacto comercial secreto.
En 2012, durante una visita a Australia en calidad de secretaria de Estado, Clinton dijo que el TPP "establecía un patrón de oro en los acuerdos comerciales", y tres años después su personal de campaña se enfrentó a la necesidad de formular la postura de la candidata sobre el asunto sin perder el apoyo por parte de los sindicatos.
"A mí me preocupan menos las consecuencias de su antigua postura que el hecho que este tema nos coma vivos por estar en el lado equivocado y dé a los progresistas una razón real para intentar colocar a otra persona de más peso para las primarias", escribió el encuestador John Anzalone en respuesta a los enfoques oportunos sobre el TPP propuestos por los jefes de la campaña.
"Creo que debemos resignarnos y dejar bien claro desde el principio que no nos gustan estos acuerdos. Quedaremos bien con los votantes y con los sindicatos", dijo el sociólogo en otro correo. "Estoy a favor de poner los principios en primer lugar y el proceso en el segundo", se pronunció el asesor político Jim Margolis. El director de campaña, Robby Mook, instó a no tener prisa en aclarar la postura de la candidata: "Sé que la jefa no se sentirá cómoda".
El Congreso estadounidense aprobó la nueva legislación que aumentaría los poderes del presidente del país el 24 de junio de 2015. El TPP fue redactado en octubre del mismo año y firmado en febrero de 2016. Sin embargo, nunca entró en vigor porque la mayoría republicana en el Senado se negó a ratificarlo.