Durante su campaña electoral, el entonces candidato a la Presidencia, Donald Trump, prometió "volver a hacer grande a EE.UU.". Ahora, tras un mes de mandato, podemos analizar qué medidas ha tomado para materializar algunos de sus planes.
Construir un muro y hacer que México pague por ello
El 25 de enero Trump firmó un decreto que habilita la construcción de un muro fronterizo entre EE.UU. y México para frenar la inmigración ilegal. En respuesta, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, canceló su visita a Washington.
El muro será construido en dos años, según el secretario de la Seguridad Nacional, John Kelly. Para financiarlo, la Casa Blanca propuso imponer una tasa de 20% a las exportaciones mexicanas a EE.UU.
Luchar contra el terrorismo y prohibir la entrada de musulmanes
El 27 de enero el presidente firmó un decreto ejecutivo que suspendió el programa de admisión de todos los refugiados durante 120 días y la llegada de ciudadanos provenientes de Irak, Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia y Yemen durante 90 días. La decisión provocó deportaciones, protestas y juicios. Dos semanas después los poderes judiciales estadounidenses bloquearon las medidas. El 17 de febrero Trump anunció que la próxima semana firmará una nueva orden ejecutiva "para proteger al pueblo estadounidense".
La política exterior de 'EE.UU. primero'
Trump sacó a EE.UU. del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés), asegurando que es "un desastre potencial" y que prefería cerrar acuerdos bilaterales. En cuanto a la Defensa, el jefe del Pentágono, James Mattis, amenazó con "reducir el compromiso" de EE.UU. con la OTAN si otros países miembros no aumentan su gasto militar.