"La OTAN trata de imponer a Rusia una agenda de confrontación"
El representante permanente de Rusia ante la OTAN, Alexánder Grushkó, ha comentado en una entrevista al diario ruso 'Kommersant' los resultados de la reunión de los ministros de Defensa de países de la OTAN en Bruselas, y ha advertido de que la política del bloque aumenta la tensión en una región que afecta a los intereses de Rusia.
Según Grushkó, se pueden sacar dos conclusiones de este encuentro, al que asistió el nuevo jefe del Pentágono, James Mattis. En primer lugar, recuerda, EE.UU. "condicionó rígidamente el futuro apoyo a los aliados de la OTAN", exigiéndoles aumentar su gasto militar.
En segundo lugar, el encuentro estuvo marcado por nuevas decisiones relativas al "segmento del sudeste" del bloque —como Rumanía y el mar Negro— lo que representa "otro paso para aumentar las tensiones en una región que afecta a los intereses vitales de Rusia", ha señalado el representante ruso, advirtiendo de que Moscú tomará "todas las medidas necesarias" para "proteger adecuadamente" sus intereses en la zona.
En opinión de Grushkó, la OTAN "sigue su curso de reforzar el flanco oriental" y trata de "imponernos la agenda de confrontación", mientras que las necesidades reales "requieren esfuerzos conjuntos en la lucha contra las nuevas amenazas".
"Podríamos encontrarnos en la situación de una guerra fría"
En relación con el debate sobre el presupuesto de la Alianza Atlántica, Grushkó opina que la tesis "de la debilidad de la OTAN" y el requisito de aumentar el gasto militar también forman parte de la "mitificación de la 'amenaza rusa'".
En este sentido, el representante ruso recuerda que el gasto militar total de los países europeos miembros de la OTAN supera "los presupuestos militares de Rusia y China juntos".
Además, según advierte Grushkó, el peligro es que no solo se espera el aumento del gasto, sino también un aumento significativo de la compra de armas. Si estos planes se hacen realidad, "podemos encontrarnos en la situación de una guerra fría", y caer en "un círculo vicioso del que es difícil escapar", asevera el embajador ruso ante la OTAN, quien lamenta que la Alianza vuelva a "un enfoque de la fuerza" para garantizar la seguridad, poniendo en cuestión "todos los esfuerzos realizados para deshacerse del legado material de la Guerra Fría".
Con todo, Grushkó ha destacado la responsabilidad de EE.UU. y Rusia en el mantenimiento de la paz y la estabilidad mundial, así como los intereses comunes que tienen los dos países y los "resultados serios" que han logrado conseguir juntos en una serie de problemas, como el acuerdo nuclear iraní o el progreso en el desarrollo de un marco para una solución política en Siria.