Diálogo fuera de la cumbre: ¿Por qué Putin se reúne con Xi antes del G20?
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha definido la visita a Moscú de su homólogo de China, Xi Jinping, como "un evento de gran importancia en las relaciones bilaterales" entre sus respectivos países.
De este modo, los jefes de Estado de Rusia y China se reúnen por tercera vez en los últimos tres meses, en la única parada que el mandatario chino realizará antes de asistir a la cumbre del G20 que tendrá lugar los días 7 y 8 de julio en Hamburgo (Alemania).
"Nuevo formato" de relaciones
El director del centro de Estudios Orientales de la Escuela Superior de Economía de Rusia, Alexéi Máslov, considera que los contactos frecuentes y confidenciales que mantienen Putin y Xi indican el carácter especial de las actuales relaciones entre Rusia y China. "En primer lugar, cambió la naturaleza de las reuniones: si hace dos años tenían un formato más oficial (...), ahora su carácter es más práctico, lo que indica que hemos pasado la etapa del fomento de la confianza", comenta a RT.
Hemos pasado la etapa del fomento de la confianza
Este especialista agrega que la situación en China ha cambiado drásticamente, ya que ese país ahora "está centrado en estabilizar su economía mediante la maximización de su presencia en el extranjero", mientras que Rusia busca negocios rentables, "proyectos específicos que traerán al país inversiones y ingresos a largo plazo".
Yevséi Vasíliev, profesor asociado del departamento de Seguridad Internacional de la Universidad Estatal Humanitaria de Rusia, recuerda que esta dinámica positiva reciéntemente observada entre Moscú y Pekín también es fruto de los "grandes proyectos energéticos conjuntos, como la construcción de los gasoductos Fuerza de Siberia, Fuerza de Siberia 2 y Altái", así como de su colaboración en el marco de la Unión Económica Euroasiática (UEE) y la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).
En busca de la multipolaridad
Vasíliev estima "lógico" que Moscú y Pekín "traten de desarrollar una política coordinada en muchos temas de la agenda internacional; en particular, en el marco del G20 donde, aparte de los países occidentales, participan naciones de los BRICS", ya que ambas naciones apoyan la transición a un mundo multipolar.
Asimismo, Rusia y China coinciden en varias cuestiones geopolíticas: ambos apoyan la legitimidad del Gobierno de Bashar al Assad, abogan por la solución del conflicto en Corea del Norte por medios políticos y diplomáticos y se oponen firmemente al despliegue del sistema THAAD de Estados Unidos en Corea del Sur. Al respecto, el propio Xi aseguró que "daña gravemente los intereses estratégicos de seguridad de China, Rusia y otros países de la región".
Diversificación de la colaboración económica
Máslov analiza que Rusia y China han pasado de una cooperación simplificada en el campo económico y comercial a una diversificación significativa y subraya que las cuestiones económicas y comerciales "que antes discutían en el ámbito ministerial las abordan los jefes de Estado".
En particular, Moscú busca la apertura del mercado chino para enviar diversos productos del sector agrícola y estudia participar en el Cinturón y la Ruta de la Seda, el proyecto global con el que China busca reconstruir sus antiguas rutas comerciales terrestres y marítimas con Europa para promover el desarrollo común de todos los países involucrados.
Asimismo, Xi planea utilizar la plataforma del G20 para promover proyectos económicos chinos como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, el uso del yuan en el comercio internacional y su propuesta de préstamos a bancos europeos. En este sentido, Alexéi Máslov sostiene que para China "es importante verificar su posición al respecto con Rusia", un país que "podría desempeñar un papel crucial".