Terror bajo el agua: Hallan la cabeza y las piernas de la periodista desaparecida en un submarino
Buzos daneses han encontrado la cabeza y las piernas de la periodista sueca Kim Wall, quien murió en agosto en misteriosas circunstancias en un submarino propiedad del inventor Peter Madsen, informó un portavoz de la Policía de Dinamarca en una rueda de prensa, recoge Reuters.
Las partes del cuerpo, un cuchillo y ropa de Wall en bolsas, que a su vez estaban sujetadas a piezas de metal, fueron encontradas este viernes en la bahía de Koge, cerca de la capital danesa, Copenhague, por buzos de la Marina que colaboran con la Policía en la investigación.
Jens Moller Jensen, portavoz de la Policía, afirmó ante los periodistas que las partes del cuerpo serán investigadas para tratar de determinar la causa de la muerte de la periodista. Madsen y sus abogados no han tenido tiempo todavía de reaccionar ante la nueva evidencia, agregó el vocero.
Un crimen bajo el mar
Kim Wall fue vista por última vez en el submarino privado del inventor danés Peter Madsen. Ambos se embarcaron en el sumergible UC3 Nautilus el 10 de agosto y este desapareció la madrugada del día siguiente. Varias horas después, la embarcación se hundió y un barco privado rescató al hombre, al que la Policía acusó de haber acabado con la vida de la periodista.
El 13 de agosto, oficiales revisaron el sumergible recuperado, pero no encontraron el cuerpo de la mujer. Pese a que Peter Madsen en un principio afirmó que había dejado a la mujer en tierra horas después de la partida, luego cambió su declaración y sostuvo que Wall había muerto a bordo como resultado de un accidente y que él lanzó el cadáver al mar en un lugar no especificado.
El 22 de agosto se supo que la Policía danesa había hallado un torso femenino sin brazos, piernas ni cabeza en el mar Báltico, cerca del supuesto lugar de la desaparición de la periodista. Aunque no se pudo determinar inmediatamente si el cuerpo pertenecía a la periodista desaparecida, los expertos lo confirmaron tras realizar pruebas de ADN al cadáver.
Durante la audiencia del horroroso caso en la corte de Copenhague se supo que el inventor danés tenía imágenes de crueles torturas de mujeres en su ordenador.